El impuesto especial a cigarros, vigente desde 2011, contribuyó al descenso en las ventas durante ese año y los tres siguientes, pero a partir de 2015 se registró un repunte que llegó a mil 962 millones de cajetillas vendidas. Esta cantidad se acercó a las expendidas en 2010, poco más de 2 mil millones.

Esta situación significa, según un análisis de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC), que el gravamen perdió efectividad para desalentar el consumo.

La razón es que el impuesto no se actualiza cada año con base en la inflación. Aunque el precio de la cajetilla sube cada año por decisión de la industria tabacalera; es decir, las empresas aumentan sus ganancias, pero no sube la recaudación fiscal, advirtió la agrupación civil promotora de las políticas para erradicar el tabaquismo.

El análisis forma parte de la iniciativa impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) mediante el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT). Éste a su vez se deriva del problema global de salud causado por la adicción. Al año, 6 millones de personas mueren en el planeta por enfermedades asociadas al tabaquismo. Es decir, más de 15 mil decesos por día.

En México, alrededor de 70 mil defunciones están vinculadas al consumo de cigarros y en cuanto a las acciones emprendidas para dar cumplimiento al CMCT, que el país ratificó en 2004, la fundación resaltó que estamos entre los países con mejores prácticas de apoyo a quienes quieren dejar de fumar, y en disposiciones respecto de las cajetillas para que exhiban imágenes y advertencias sobre los riesgos a la salud por el consumo de cigarros.

Todavía falta la garantía de los espacios públicos libres de humo de tabaco, la prohibición total de la publicidad y promoción de esos productos, así como continuar con el aumento del impuesto.

De acuerdo con el reporte de la FIC, en enero de cada año la compra de cigarros aumenta en el país. En ese mes las empresas aumentan sus precios.

Ante ello, la organización civil propuso a los diputados que en la discusión de la Ley de Ingresos aprueben la indexación del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS), que se aplica a los productos del tabaco, al Índice Nacional de Precios al Consumidor. Recordó que desde 2011 la medida fiscal asciende a 35 centavos por cigarro, es decir, siete pesos por cajetilla de 20 cigarrillos.

Érick Antonio Ochoa, integrante de la FIC, advirtió que la actualización del gravamen no implicaría que el gobierno federal falte a su compromiso de no aumentar impuestos en el país. En cambio, los recursos obtenidos por esta vía ayudarían a solventar parte de las reducciones presupuestales del próximo año, en especial en el sector salud.

El activista calculó que incorporar el componente inflacionario al impuesto a los cigarros se traduciría en que el IEPS pase de 35 a 43 centavos por cigarro. Si además, los fabricantes ajustan el precio al detallista con base en la inflación esperada para este año, el costo real subiría entre 2 y 3 por ciento, explicó.