Descarta el Episcopado que los sacerdotes sean ‘‘blanco de la violencia’’ en el país
Viernes 7 de octubre de 2016, p. 6
Por séptimo año consecutivo México ocupa el primer lugar en crímenes de odio contra sacerdotes, religiosos y laicos de América Latina. De acuerdo con el Centro Católico Multimedial (CCM), son ‘‘imparables los asesinatos y extorsiones’’ en contra de la Iglesia, ya que en la actual administración se han cometido en total 23 accciones ‘‘violentas’’ contra religiosos, entre ellas 15 homicidios contra párrocos, seis laicos, y se tiene registro de dos presbíteros desaparecidos.
Indicó que a partir de esta ola de asesinatos, el fenómeno de la extorsión, comúnmente conocido como derecho de piso, ha cobrado fuerza en Michoacán, Veracruz, Guerrero, Ciudad de México, Jalisco, estado de México, San Luis Potosí, Coahuila, Guanajuato, Colima y Puebla.
Por separado, el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Alfonso Miranda Guardiola, negó que los sacerdotes en el país sean ‘‘blanco de la violencia’’ y dijo que la Iglesia católica no ve una persecución abierta en contra de ellos, ‘‘sino más bien lo sentimos como parte del clima social del que no estamos exentos los sacerdotes, incluidos los que se encuentran en las entidades donde hay una máxima violencia y presencia del crimen, y como todos los ciudadanos tenemos que cuidarnos’’.
En el caso de los recientes asesinatos de presbíteros, el también obispo auxiliar de Monterrey, Nuevo León, dijo que las investigaciones están abiertas.
El CCM recordó que apenas el pasado 19 de septiembre fue asesinado a balazos el sacerdote católico José Alfredo López Guillén, en el municipio de Puruándiro, Michoacán, y pocos días antes los sacerdotes Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Juárez de la Cruz fueron ejecutados en los municipios de Poza Rica y Papantla, Veracruz.
‘‘Al inicio de octubre de 2016, cuatro jóvenes evangelizadores católicos fueron torturados y asesinados a tiros en el estado de Michoacán. Los cuatro habían sido privados de su libertad el sábado primero de octubre por un comando armado en el poblado de La Ruana, municipio de Buenavista Tomatlán, donde formaban parte del grupo católico Arcoíris.
‘‘Los cuerpos de las víctimas, identificadas como Willibaldo Hernández, Adán Valencia, Jesús López Urbina y Jesús Ayala Aguilar, aparecieron el martes 4 de octubre en la comunidad de San Juan de los Plátanos, municipio de Apatzingán. Según testigos, los responsables de estos nuevos asesinatos fueron miembros del cártel de Los H-3, organización que infiltró a grupos de autodefensa’’.
Agregó que el fenómeno de la extorsión no es nuevo y que desde 2010 la Conferencia del Episcopado Mexicano ya había hecho algunos señalamientos al respecto. ‘‘En la actualidad, el número de extorsiones sigue en aumento, y aunque los obispos del país han pedido a sus sacerdotes denunciar estos hechos, todavía no se han creado mecanismos adecuados para afrontar este problema.
‘‘Muchos quisiéramos saber las respuestas ante la violencia, pero no encontraremos respuestas hasta no asumir con responsabilidad el respeto por la vida’’, concluyó.