Chilpancingo, Gro.

Policías antimotines desalojaron ayer a maestros de la sección 18 del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (Suspeg), quienes ocuparon las oficinas de la Secretaría de Finanzas estatal en repudio a la reforma educativa y para exigir la aparición con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.

De acuerdo con la dirigente de la sección 18, María Adelita Radilla López, los trabajadores llegaron pacíficamente al inmueble alrededor de las 10 horas y minutos más tarde arribaron unos 100 uniformados, que los golpearon y les lanzaron gases lacrimógenos.

“Estos infelices nos vinieron a agredir cuando tomamos el edificio de manera pacífica; tiraron a compañeras embarazadas al suelo. ¿Esta es la gente que nos cuida? Somos el magisterio movilizado de Guerrero, y a mucha honra defendemos la escuela pública del país. Estamos indignados”.

Aseguró que la ocupación de las oficinas fue una medida acordada en la Asamblea Nacional de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y se realizó sin violencia; incluso los trabajadores (de la Secretaría de Finanzas) salieron sin decir nada.

En la trifulca resultaron golpeados niños y bebés, hijos de maestras que participaban en la movilización. La lideresa llamó maricones a los policías, pues “se están quejando de que nosotras los golpeamos.

Lo más grave es que quien estuvo a cargo (del desalojo, cuyo nombre no precisó, y tampoco las autoridades) dijo que íbamos a amanecer muertos, que no nos quejáramos. Hasta nos filmaron, dijo la dirigente.