Oaxca. Oax.

La noche del pasado sábado se realizó el segundo y último concierto del Sexto Encuentro Nacional de Tradición y Nuevas Rolas, que en cinco días de trabajo presentó 16 grupos de 16 estados del país; esto es, más de 80 músicos, que recibieron información de primera mano de profesionales como Jaime López, Rafael Mendoza y Frino.

Las propuestas de este sábado fueron como las del día anterior: de diferentes niveles y gustos, con marcada diferencia respecto de encuentros anteriores, en los que la tónica fue el rock y sus variantes, cantado en lenguas maternas. Ahora se incluyó a gruperos y norteños, por ejemplo, que cantan en lenguas originarias. Esto gustó a seguidores de otras rolas... como las de Julión Álvarez, que estará esta semana en Oaxaca.

Elemento vigente

El elemento indígena sigue vigente, predominante. No obstante, la apertura a otras corrientes de moda cambia el sentido de ediciones anteriores. La producción ha mejorado y el escenario y el sonido también. El encuentro tendrá como sede permanente a Oaxaca y dejará de ser itinerante, pues es necesario arraigarlo, que la gente lo conozca y lo espere. Algunos grupos participarán ahora en el Festival Internacional Cervantino y el disco de este sexto festival saldrá, se prevé, quizás en dos años.

Como en el primer concierto, destacó un grupo, en este caso Llano de León, de Metlatónoc, Guerrero, que interpretó chilenas de ritmo pegajoso acompañado por el sonido de un violín. Brillaron los muchachos de Kaskarrabias, que deben su nombre al programa de caricaturas en el que aparece el personaje Cascarrabias.

Marcelino Ortiz, de Llano de LeónFoto Isaac Sánchez

En entrevista, Marcelino Ortiz, guitarrista y violinista de Llano de León, comentó que se llaman así porque alguna vez en su comunidad hubo un león. Son un trío y ya viven sólo de tocar, cobrando hasta mil pesos por hora.

Hablan mixteco. Lo que tocamos se oye bien. Con la edad empecé a tocar un poquito y de ahí otro poquito. Ya llevamos unos 10 años. Con el violín se interpretan las chilenas; ya tenemos cuatro canciones. Podemos tocar unas 20. Tenemos tocadas en nuestro pueblo. Acá no habíamos estado. Nuestra idea es llegar a ser artistas y grabar un disco. En nuestro pueblo no hay donde hacerlo.

Por su parte, David, vocalista de Kaskarrabias, dijo que tocan básicamente ska con fusiones de punk, reggae. Armando, otro integrante, afirmó que en Tlaxcala han aceptado bien su sonido, además de que en el estado hay muchos grupos que tocan esta variante.

Abel, trompetista, añadió: “En esta banda lo que tratamos de hacer es recuperar las tradiciones del pueblo. Por eso cantamos en otomí. Ha gustado mucho nuestra versión de El guajolote, que todos bailan al final de la fiesta. El tema es una ofrenda y nosotros lo sacamos en ska”.

Héctor Jesús, trombón, comentó: “Somos una banda sin fines de lucro y sólo cobramos el transporte y la comida.

El bajista Gerardo dijo: Nos oímos bien, porque los que tocan los metales son músicos académicos. Lo mío no es muy alto, pero tengo algunos conocimientos. Comenzamos como un proyecto de amigos. Hemos avanzado y para mí la música debe hacerse con amor.

Como encore, Los Seguidores de la Sierra, norteños, interpretaron unos temas.