El Congreso Judío Mundial pide a Duterte retractarse
Sábado 1º de octubre de 2016, p. 21
Davao.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, hizo este viernes una comparación entre su violenta guerra contra el narcotráfico y el exterminio de los judíos durante el holocausto perpetrado por Adolfo Hitler, al asegurar que estaría feliz de masacrar
a millones de consumidores de narcóticos en el país.
Hitler masacró a 3 millones de judíos. Pues hay 3 millones de drogadictos. Estaría feliz de masacrarlos
, dijo al pronunciar un discurso en esta ciudad, capital de la región del mismo nombre, ubicada en el sur del país asiático.
Continuó: Pero mis víctimas, me gustaría que fueran todas criminales para acabar con el problema de mi país y salvar a la próxima generación de la perdición
. Sin embargo, aclaró que sus amenazas están diseñadas para asustar a los distribuidores, y así diminuir el tráfico.
El mandatario realizó estos comentarios tras su visita a Vietnam, donde discutió su campaña contra las drogas con los líderes del país y estudiaron fórmulas para que sus gobiernos luchen contra delitos trasnacionales, entre ellos el narcotráfico.
Promesa de campaña
De acuerdo con las estimaciones del mandatario, cada año los consumidores gastan unos 4 mil 500 millones de dólares, dinero que podría invertirse en comida y educación.
Duterte, de 71 años, llegó al poder en mayo con la promesa de matar a decenas de miles de criminales con el objetivo de eliminar las sustancias ilegales del país en seis meses. Desde su investidura, el 30 de junio, más de 3 mil 300 personas murieron, la mayoría asesinados por civiles que siguieron la cruenta retórica del presidente, quien los animó a tomar la justicia por propia mano.
Numerosas organizaciones de defensa de los derechos humanos y gobiernos occidentales han criticado duramente esta política.
Su comparación con Hitler, cuya campaña militar para eliminar a los judíos en Europa dejó 6 millones de muertos al final de la Segunda Guerra Mundial, desató todavía más condenas, entre ellas las de Ronald Lauder, presidente del Congreso Judío Mundial, quien pidió al presidente retractarse y pedir disculpas
.