En agosto de este año, la tasa de personas que laboran en la economía informal, caracterizada por carecer de cualquier mecanismo de protección social y con salarios inestables y precarios, aumentó a 58 por ciento de la población ocupada, cifra que se compara desfavorablemente con la registrada en julio pasado, cuando fue de 57.2 por ciento y mayor en 0.3 puntos respecto al igual lapso de 2015, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

A su vez, el desempleo de los mexicanos en agosto fue de 3.7 por ciento del total de la población económicamente activa (PEA), misma proporción que la de julio pasado, con lo que se mantuvo como la tasa más baja desde junio de 2008.

En su comparación anual, la tasa de desocupación retrocedió en agosto de este año con respecto a igual mes de 2015 al bajar de 3.7 contra 4.4 por ciento.

Al respecto, Luis Foncerrada Pascal, director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp), estimó que según las cifras del Inegi existen alrededor de 2 millones de personas desempleadas, pero puso en duda los datos oficiales al señalar que no hay un país en el mundo que tenga esta tasa tan baja.

–¿Es cierta esta tasa de desempleo?

–Por supuesto que no. Los desocupados son aquellos que no tienen empleo, pero que están buscando trabajo activamente. De los que se cansaron de buscar porque no encontraron, 97 por ciento de ellos dijeron que no buscan porque se cansaron de hacerlo y no lo encontraron, y resulta que son casi 6 millones de personas, que eufemísticamente se llaman disponibles para trabajar pero no están entre los desempleados.

Y si a éstos le sumamos los subocupados, ya son 12 millones, y esta es la brecha laboral que tenemos y es enorme: representa 20 por ciento de la fuerza laboral potencial y por ello entendemos nuestra realidad de delincuencia, violencia y la pobreza, evidentemente.

El Inegi indicó que de la población económicamente activa, 96.4 por ciento estuvo ocupada en agosto de este año; sin embargo, dentro de esta población se manifiesta un subuniverso de personas que declaró tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas, razón por la cual a este subconjunto se le denomina subocupados.

Así, durante agosto de este año, con cifras desestacionalizadas, los subocupados representaron 8.2 por ciento de la población ocupada, porcentaje superior al 7.9 por ciento reportado en el mes inmediato anterior, pero menor a la de 8.4 por ciento en igual mes de 2015.

Según las cifras originales del Inegi, en el país la tasa de desocupación fue de 4 por ciento de la PEA en el octavo mes de este año, proporción inferior a la registrada en igual lapso de 2015, cuando se ubicó en 4.7 por ciento, y la más baja para un mes de agosto desde 2007.

Por entidad federativa, precisó el organismo, las mayores tasas de desocupación en agosto de 2016 se registraron en Tabasco, 7.3 por ciento; Sonora, 6; Estado de México, 5.5; Tamaulipas, 5.4, y Durango, con 5.3 por ciento.

En contraste, las menores tasas de desocupación se presentaron en Yucatán, 2 por ciento; Guerrero, 2.1; San Luis Potosí, 2.5; Oaxaca, 2.6, y Baja California con 2.7 por ciento.