El papa Francisco respaldó a los obispos mexicanos y a la sociedad civil en su empeño por defender a la familia.

En un breve mensaje después de presidir la misa del Jubileo de los catequistas, en el Vaticano, también oró para que cese la violencia que en estos días ha alcanzado también a algunos sacerdotes.

Las palabras del pontífice fueron dadas a conocer ayer por el cardenal Norberto Rivera Carrera, durante su homilía en la Catedral Metropolitana, quien también oró por los religiosos Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez de la Cruz, asesinados en Poza Rica, Veracruz, así como por el sacerdote Alfredo López Guillén, secuestrado el pasado día 19 en Michoacán.

Un par de horas después, la Arquidiócesis de Morelia, en su cuenta de Twitter, informó que se había encontrado el cuerpo del sacerdote López Guillén. Lamentamos estos hechos de violencia e inseguridad en nuestro estado; esperamos que las autoridades esclarezcan este crimen.

Al término de la ceremonia religiosa en la Catedral Metropolitana, el vocero de la Arquidiócesis Primada de México, Hugo Valdemar, dijo que los asesinatos de los dos religiosos de la diócesis de Papantla forman parte del crimen organizado y pidió que las autoridades judiciales del gobierno de Veracruz lleven a cabo las investigaciones de los hechos con responsabilidad, pues no es posible que a menos de 24 horas del asesinato se den conclusiones; deben respetar el ámbito jurídico.

Respecto de los señalamientos hechos por el Frente Orgullo Nacional (FON) de que cuatro jerarcas católicos han mantenido relaciones homosexuales –entre ellos él–, Valdemar apuntó: es una vileza. Es una grave injusticia enlodar al arzobispo de la Arquidiócesis de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, y a otros sacerdotes. Es una difamación pública.

Agregó que como uno de los señalados por el FON no interpondrá ninguna acción jurídica en contra de dicho grupo. Me apego a lo que señala el evangelio de no devolver mal por mal y rezar por los enemigos.

Sobre la marcha que llevó a cabo el pasado sábado el Frente Nacional por la Familia, apuntó que superó las expectativas; los padres de familia demostraron que son mayores de edad y sus exigencias deben ser escuchadas por el presidente Enrique Peña Nieto. Puntualizó que la Arquidiócesis Primada de México no metió las manos en la organización, de haberlo hecho habría participado más gente.