Como un hombre sabio, curioso y apasionado de la vida y de su trabajo, que plasmó sus lecturas y conocimientos en las artes visuales, fue recordado el arquitecto Teodoro González de León, quien falleció el pasado 16 de septiembre, en el homenaje que se le rindió este viernes en el contexto del 40 aniversario de la inauguración de El Colegio de México (Colmex).

Silvia Giorguli Saucedo, presidenta de este centro académico, cuya sede es un proyecto arquitectónico de Teodoro González de León (1926-2016) y de Abraham Zabludovsky (1924-2003), expresó: La mejor manera de honrar la memoria de alguien que quiso tanto al edificio y que fue generoso con nosotros hasta el final es festejando su obra y reconociendo su influencia en la vida cotidiana de esta institución, visible aún después de cuatro décadas y renovada con el recién estrenado edificio anexo de la biblioteca.

La presidenta del Colmex compartió que hace apenas un par de semanas el arquitecto y su equipo de trabajo le presentaron una maqueta con una propuesta para cubrir las necesidades de crecimiento en algunas áreas del edificio. Nos sorprendió su creatividad. Esa fue la última vez que hablamos con Teodoro González de León. Seguramente lo vamos a extrañar, expresó.

En la ceremonia, el arquitecto Felipe Leal leyó, a petición de Berenice, hija de González de León, el texto que dejó inconcluso el constructor del México moderno para conmemorar los 40 años del edificio del Colmex, en el que evocaba la fecha de abril de 1974, cuando presentó el anteproyecto para el nuevo edificio del Pedregal.

Sobre el texto leído, la hija del arquitecto señaló: Nos deja el ejemplo indeleble de su integridad. De su obra emergía pasión por la vida y el trabajo, su capacidad de asombro y curiosidad inagotable. Le deseamos que descanse en paz.

El secretario de Cultura federal, Rafael Tovar y de Teresa, quien participó en el homenaje, describió a González de León como hombre de curiosidad fenomenal y cultura plena, de tal modo que en cada obra plasma sus miles de lecturas, sus escuchas musicales, sus viajes, su conocimiento profundo de las artes visuales.

El funcionario explicó que el arquitecto homenajeado irrumpió en los años 50 del siglo pasado cuando participó en el proyecto de Ciudad Universitaria. A partir de ahí se convirtió en referente y desde ese momento formó una amistad y sociedad con Abraham Zabludovsky, bajo la que construyeron algunas de las obras más emblemáticas de la Ciudad de México.

Podemos decir que son los más grandes constructores de infraestructura cultural, desde el Museo Tamayo y la sala mexicana del Museo Británico, hasta el Museo de Sitio de Tajín y la sala de concierto de la Escuela Nacional de Música, y así podemos seguir un enorme recorrido por toda la infraestructura que está asociada al nombre de Teodoro.

La directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Cristina García Cepeda, recordó a González de León como hombre sabio como pocos, que concedía un lugar especial a la amistad. Era gran observador, se interesaba en todo aquello que sucedía a su alrededor: la cultura, la vida social, sobre todo la vida en la ciudad; era un hombre que vivía las ciudades intensamente, las caminaba, las disfrutaba, las aprendía y eso era el reflejo de su arquitectura.

García Cepeda consideró la sede del Colmex un emblema de la arquitectura mexicana, ya que el edificio, ubicado en el camino al Ajusco, próximamente se convertirá en monumento artístico por su valor cultural y por ser un ícono de la capital del país.

Además del homenaje al arquitecto, que fue alumno de Le Corbusier, se celebró el 40 aniversario de la inauguración del Colmex, en el que compartieron sus experiencias en el edificio Lorenzo Meyer, profesor-investigador del Centro de Estudios Internacionales; Aurelio González, profesor-investigador del Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios; Vicente Ugalde, profesor-investigador del Centro de Estudios Demográficos Urbanos y Ambientales; Jaime Zabludovsky, hijo del arquitecto Abraham Zabludovsky, y el arquitecto Felipe Leal.

Meyer señaló que el Colmex es una institución de las ciencias sociales, la literatura y la lingüística, pero en la ciencias sociales la idea fundamental es diagnosticar el tiempo mexicano que nos toca vivir, hacer la crítica de lo que vemos, la cual no necesariamente es bien recibida. El reto es ver si mantendrá este colegio el espíritu con el que se creó para llevar a cabo la investigación y la docencia de manera libre y responsable.