Madrid.

La justicia española reabrió ayer la causa por presunta corrupción y estafa contra el futbolista brasileño Neymar, que había sido archivada este mismo año.

La Audiencia Nacional (principal instancia penal española) aceptó el recurso de la Fiscalía y ordenó al juez que había desestimado la denuncia que reabra el caso, en el que están implicados el ariete del Barcelona, su padre, el ex presidente del club español Sandro Rosell y el equipo brasileño de procedencia, el Santos.

El litigio se originó en la denuncia del fondo brasileño DIS, gestor de 40 por ciento de los derechos de Neymar. La empresa asegura que fue engañada al acordarse un precio de traspaso por el jugador menor al real.

El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata entendió en su fallo de julio de este año que no había motivo para emprender un procedimiento penal contra los acusados, lo que fue una victoria parcial para el brasileño en el complejo entramado de conflictos legales en el que se convirtió su fichaje.

Sin embargo, la sección cuarta de lo penal del mismo órgano judicial consideró ayer que existen indicios suficientes de delitos de corrupción entre particulares y estafa impropia, porque mediante la firma de los contratos se alteró el libre mercado del fichaje de futbolistas.

Según la versión del fondo DIS, que había recurrido junto a la Fiscalía, todos los implicados en la operación de fichaje simularon un contrato en el que se ocultaron partes del traspaso del Santos al club catalán. Para ellos, el objetivo era reducir la cantidad que debería recibir el fondo inversor.

En un primer momento, el Barcelona cifró oficialmente el traspaso en 57.1 millones de euros (40 millones para la familia de Neymar y 17.1 para el Santos brasileño), pero la justicia española calcula que fue de al menos 83.3 millones. DIS, que percibió 6.8 millones de los 17.1 ingresados al Santos, se creía doblemente perjudicada.

Primero, por dos acuerdos en 2011 entre Neymar y el Barcelona, por 40 millones de euros, para asegurarse el fichaje del delantero cuando finalizara contrato con el Santos, que según DIS impidió a otros clubes pujar por el ariete, vulnerando el libre mercado y pudiendo constituir un delito de corrupción entre particulares.

Por otro lado, consideró que algunos contratos anexos sirvieron para ocultar el monto real pagado al Santos y, por tanto, la parte que le correspondía, lo que supondría un delito de estafa por simulación contractual.

El técnico azulgrana, Luis Enrique Martínez, no cree que esto vaya a influir en el rendimiento del delantero. Si hay un jugador que está acostumbrado a estas situaciones y, no diría un jugador, si hay un club acostumbrado a estas situaciones es el FC Barcelona. Desde todos sus jugadores hasta su entrenador están acostumbrados a cosas que no tienen nada que ver con el futbol, expresó.