Más de 3 mil integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) marcharon de Casa de Gobierno al centro histórico de Morelia, Michoacán, para exigir la abrogación de la reforma educativa, el pago de prestaciones y quincenas pendientes, la liberación de ocho normalistas presos y el cese de la represión contra los estudiantes del Movimiento de Aspirantes y Rechazados. Asimismo, tomaron las instalaciones de la Secretaría de Finanzas.

Víctor Manuel Zavala Hurtado, dirigente estatal de la CNTE, y Armando Hurtado Arévalo, subsecretario de Gobierno, se reunieron para resolver las demandas de los maestros. Tras la marcha, los docentes pidieron a las autoridades universitarias y al gobierno del estado no desalojar a los estudiantes que solicitan ingreso a la universidad.

En Chiapas, líderes de la CNTE informaron que profesores y padres de familia de cada escuela y comunidad definirán cómo recuperar las clases perdidas por el paro de cuatro meses, aunque no nos han hecho llegar su plan o modalidad.

Agregaron que los integrantes de la coordinadora están en disposición de recuperar las clases perdidas, ya que no empezaron el ciclo escolar el pasado 22 de agosto, como estaba previsto.

Los paristas regresaron a las aulas el lunes 19 de septiembre, luego de acordar con funcionarios federales que la reforma educativa no se aplicará en Chiapas hasta el 8 de diciembre de 2018, que los normalistas que no aprueben el examen para obtener un aplaza en el magisterio recibirán 7 mil pesos durante tres meses para que sigan preparándose, se cancelarían las órdenes de aprehensión contra los dirigentes, se pagarían los salarios sin descuentos y se destinarían recursos económicos para infraestructura educativa, entre otros ofrecimientos, con tal de que suspendieran el paro de labores iniciado el 15 de mayo pasado.