La política económica del gobierno federal fue examinada en el pleno de la Cámara de Diputados, donde la oposición reprochó a la administración del presidente Enrique Peña Nieto que gasta mucho y mal y que se ha conducido al país a un endeudamiento histórico.

El secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña, descrito por el diputado independiente Manuel Clouthier como un hombre apegado a la ortodoxia económica, sorteó las críticas de los legisladores, fundado en la experiencia que le aportó su paso como titular de la misma dependencia en la administración del panista Felipe Calderón Hinojosa.

El funcionario escuchó, de una abundante lista de legisladores, cuestionamientos de la oposición y el abierto respaldo de priístas y verdes.

Clouthier le sugirió dejar de lado la tesis del señor Videgaray, donde para él lo importante era gastar, no importaba en qué ni cómo. Hoy el gasto público debe centrarse en su efecto redistributivo en salud y educación. Ese es precisamente el reclamo de la sociedad mexicana. Espero que se rectifique.

También, el coordinador del Partido Encuentro Social (PES), Alejandro González Murillo, consideró que en materia de gasto debe quedar claro que el pacto federal no significa manejo feudal de los recursos, sino incluso ser duros e inflexibles en la persecución de quienes haya que castigar sin distinción alguna. No más recursos sin destino seguro y útil; nunca más cuentas públicas vergonzosas con probado daño a la hacienda pública.

Incluso, Alfredo Valles, coordinador del Partido Nueva Alianza (Panal), fustigó que la propuesta de gasto educativo para 2017 se reducirá y ello anulará los objetivos gubernamentales.

La propuesta está muy lejos de lograr la meta, no sólo en educación, también en ciencia y tecnología, lo que representa una reducción de más de 7 mil millones de pesos respecto de 2016, indicó

En su turno, Clemente Castañeda, coordinador de Movimiento Ciudadano, alertó que entre la población persiste una sensación de incertidumbre. La idea, señor secretario, de apretarse el cinturón parece ser un tanto ambigua para este gobierno: lo proponen para estados y municipios, pero también entendemos que implica medidas como recortar gastos en publicidad, eliminar las pensiones a ex presidentes y los seguros médicos privados, y disminuir el financiamiento a partidos políticos.

Desde tribuna, Rocío Nahle, coordinadora de Morena, planteó los sucesos económicos que –desde su óptica–, han generado una crisis económica. Ante el fracaso se ha actuado con alevosía y ventaja contra los mexicanos. Estamos pagando el precio de la gasolina muy alto, pese a que el precio del barril del petróleo es bajo. Y vía impuesto de los energéticos se sustentan las finanzas públicas. Al mismo tiempo observamos que la práctica y violación a la Constitución que hizo (Luis) Videgaray, de contratar deuda a espaldas del Congreso, la repite Petróleos Mexicanos, acusó.

A pesar de las críticas panistas a la política económica, la presidenta de la Comisión de Hacienda, Andrea Cruz, trató con deferencia a Meade, y se enfocó en la herencia de Videgaray: Su antecesor le deja una dependencia emproblemada (sic); una economía estancada, con bajo crecimiento del producto interno bruto. Le deja una moneda devaluada en más de 50 por ciento por la presión que ejerce el precio del petróleo, la calificación crediticia y la caída de los valores gubernamentales en poder de residentes en el extranjero.

La defensa priísta correspondió a María Esther Scherman, quien abordó la política de liberar para el próximo año el precio de las gasolinas y el diésel. La jalisciense expuso: nuestro objetivo debe ser que sean un bien como cualquier otro en México. Un país verdaderamente petrolero no es el que tiene artificialmente bajos precios de gasolina, sino uno que utiliza sabiamente la riqueza de sus recursos.

Fue Vidal Llerenas (Morena), egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México al igual que el secretario de Hacienda, quien le dio la oportunidad a que éste respondiera a las críticas a los alumnos de esa escuela. El diputado, al contrario de todos los legisladores que, después de preguntar en tribuna permanecían de pie al lado del funcionario, aprovechó para ocupar la curul designada al secretario, a la izquierda de la tribuna.

Curtido en esas lides Meade le reviró: Me van a acusar, acá al diputado Llerenas, de neoporfirista y de neoliberal”.