Tierra Colorada, Gro.

Epifanio Álvarez y su esposa, Blanca Nava, ‘‘festejaron’’ este jueves con una misa y un pastel el cumpleaños de su hijo Jorge Álvarez Nava, uno de los jóvenes de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala en septiembre de 2014. El ‘‘festejo’’ se realizó en el poblado La Palma, municipio de Tierra Colorada.

El pueblo de La Palma se solidarizó con don Epifanio y acudió a la misa que celebró el párroco David Chávez, quien recordó que Jorge ‘‘fue un buen cristiano que se integró con su guitarra a las actividades de la iglesia’’.

En su homilía, el sacerdote hizo un llamado a los padres de familia y a los demás asistentes al rito religioso a no perder la fe. ‘‘Hay que luchar para que haya justicia y no quede esto (la desaparición de los 43 estudiantes) impune; queremos que se sepa la verdad’’, dijo.

En el atrio de la iglesia, Epifanio Álvarez recordó que Jorge aprendió a tocar la guitarra y entonces ‘‘le gustaba que cantáramos El columpio, que creo interpretaban Los Huracanes del Norte. Mi hijo era muy tranquilo, no tenía problemas; incluso no iba al campo conmigo, porque tenía asma’’.

Posteriormente, don Epifanio invitó a familiares y amigos a ir a comer a su casa. En ese lugar su esposa Blanca señaló que, en recuerdo de su hijo Jorge, preparó ‘‘el mole con arroz, que era su comida preferida. Su último cumpleaños fue hace dos años, cuando cumplió 18’’. Al final de la comida el sacerdote Chávez recordó algunas anécdotas de Jorge quien, dijo, era ‘‘un joven muy serio’’ que siempre apoyaba las actividades de la iglesia.

Doña Blanca convidó pastel a los invitados. Sirvió el postre acompañada por su prima Carmelita Cruz, madre de Jorge Aníbal Cruz, otro de los desaparecidos en Iguala. Blanca y Carmelita fueron después a Chilpancingo, con la intención de ir ‘‘hasta Tixtla, a las instalaciones de la Normal de Ayotzinapa, y de ahí a la Ciudad de México y a otros lugares para invitar a la gente a la marcha del próximo 26 de septiembre (para exigir el regreso con vida de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos). Ya perdimos el miedo y ahora estamos en la segunda etapa de la búsqueda de nuestros hijos’’.