Monterrey, NL.

Se jodió Monterrey VI, ya está enterrado. Hoy vamos con Monterrey VII, aseguró ayer el gobernador Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco. El proyecto impulsado por su antecesor, el priísta Rodrigo Medina, consistía en traer agua desde los límites entre San Luis Potosí, Veracruz y Tamaulipas hasta la presa Cerro Prieto, en Nuevo León, para abastecer a la zona metropolitana de Monterrey.

Luego de inaugurar la Cumbre de Infraestructura y Finanzas Latin Finance, el mandatario estatal aseguró que nunca estuvo de acuerdo con trasvasar agua del río Pánuco, en Veracruz, a la presa Cerro Prieto.

Voy a bautizar de nuevo el proyecto: es Monterrey VII. El anterior nunca fue opción. Teníamos que negociar no perder los recursos y no perder la concesión, agregó.

En esta ocasión tampoco dio a conocer detalles de la obra. Argumentó que hay alrededor de 15 opciones que mostrará a las autoridades federales. La semana anterior Rodríguez Calderón señaló que es viable extraer agua del subsuelo y del río Bravo, a 200 kilómetros de Nuevo León.

Agregó que Monterrey VII será realizado con el esquema de asociación pública-privada, mediante el cual una empresa particular realizará la obra y se le pagará con la concesión de ésta.

Asimismo, reconoció que el gobierno deberá afrontar el costo de cancelar el proyecto a la constructura Higa, propiedad de Juan Armando Hinojosa Cantú, quien edificó la llamada casa blanca del presidente Enrique Peña Nieto.

Lo que no quiere perder el gobierno de Nuevo León, señaló, es la concesión de la Comisión Nacional del Agua para llevar líquido a la zona metropolitana de Monterrey, y tampoco los recursos que prometió la Federación para la infraestructura del acueducto.