El cantautor argentino Lucio Mantel se presentará hoy por segunda ocasión en México, en el Foro del Tejedor. Él y su guitarra como protagonistas pondrán el acento en su cuarto y más reciente disco, titulado Confín.

Es cantante, guitarrista, compositor, arreglista y productor; apareció en la escena de la canción argentina en 2008 con un disco debut que lo posicionó entre los más destacados artistas de su país. Nictógrafo, su primer álbum, fue una reinvención, dijo, de su personalidad musical. Su propuesta acústica rescató la osadía del rock, la profundidad poética de los innovadores del folclore argentino y la frescura de Latinoamérica en el siglo XXI.

Para su segundo cedé, Miniatura (2011), Mantel eligió un camino más arriesgado, pero también más personal. En ese vaivén, a veces barroco, pero siempre reconocible, talló su personalidad musical.

Su tercer disco, Unas horas (2013), junta versiones de canciones propias y ajenas en formato de cámara realizados con su cuarteto de cuerdas.

Confín (2015), su cuarta placa, reunió para su grabación a 27 músicos de distintas vertientes, entre instrumentos de rock, cuerdas, bronces y otros menos convencionales. Participan en el disco Fito Páez, Axel Krygier y Gillespi, entre otros.

Mantel ha compartido escenarios y grabaciones con Fito Páez, Kevin Johansen, Onda Vaga, Loli Molina, Liliana Herrero, Fernando Cabrera, Palo Pandolfo, Ana Prada, Mariana Baraj, Axel Krygier y la Orquesta Hypnofón, entre otros.

“Confín –continuó– tuvo una producción de año y medio ininterrupido; participaron 27 músicos, con una sección de cuerdas, otra de vientos menos convencionales, como cítar, arpa, corno francés, que son más extraños en el mundo de la canción. La pelea es que cada canción tuviera un tratamiento especial, distinto, de acuerdo con lo que cada canción pedía hasta llevarla a su destino, a su confín.

Prueba y error

“Fito Paéz participó de manera maravillosa. A mí me gusta salir transformado con cada disco que hago. No trato de estar en una zona de comodidad, sino de buscar sonidos que me provoquen un tipo de extrañamiento. En este disco hubo mucha prueba y error, hasta lograr lo que buscaba.

No soy un artista que toque mucho los temas sociales y busco hablar de aspectos íntimos, de situaciones que me resultan misteriosas de la existencia. En esa intimidad tratar de ser reflejo de la gente, que cuando me escucha en los conciertos en su nebulosa que es su mundo íntimo haya un reflejo. Somos muy parecidos. Llevo cuatro discos y cada uno es distinto. Es curioso ver cómo todas las personas buscan algo particular, pero espiritualmente en todos hay algo parecido. Las canciones tienen muchas interpretaciones y así le puede pasar a la gente. Mis canciones son bastante metafóricas.