Puesta en escena del colectivo Punto de Ebullición para niños a partir de seis años
Domingo 18 de septiembre de 2016, p. 4
La adaptación que hizo la reconocida dramaturga Luisa Josefina Hernández del Popol Vuh, que relata el mito maya del origen del hombre, ahora es puesta en escena por el colectivo Punto de Ebullición en el Foro Shakespeare.
Dirigida a los pequeños a partir de seis años de edad hasta estudiantes de secundaria, el montaje que lleva el mismo título, Popol Vuh, cuenta la historia de la hermosa doncella Ixquic, quien luego de ser fecundada con la saliva del fallecido Supremo Maestro Mago, da a luz a Maestro Mago y Brujito, dos jóvenes que se enfrentarán a los Señores del Inframundo para salvar a la raza humana de su destrucción.
El montaje se divide en dos partes. En la primera, la joven princesa debe superar distintas pruebas para demostrar que lleva en su vientre a los hijos del Supremo Maestro Mago. La desconfiada abuela, madre del Supremo Maestro Mago, quien cuida de dos de sus perezosos nietos: Maestro Mono y Maestro Simio, es quien pone a prueba a Ixquic.
Hombres del maíz
Pasarán varias lunas y soles, hasta el nacimiento y crecimiento en medio de la selva (en sólo tres días) de sus dos valientes y virtuosos hijos, los cuales, para deshacerse de sus holgazanes medios hermanos, les tienden una trampa que terminará convirtiéndolos en chimpancés.
Los hijos de Ixquic representan a los hombres de maíz, pues anteriormente los dioses habían creado a los hombres de barro, que se deshicieron; a los hombres de fuego, que se quemaron, y a los hombres de pensamiento, que se perdieron.
En la segunda parte, Infortunio, Ictericia, Cráneo y Sangre, los cuatro señores del mundo subterráneo conocido como Xibalbá, se proponen sembrar la desgracia, la enfermedad y la muerte entre los hombres de la selva, y para lograrlo envían de mensajeros a cuatro despistados búhos: Cabezón, Guacamayo, Flecha y Relámpago, los cuales tienen la encomienda de llevar al inframundo a los hombres de la selva.
Una trampa y unas cañas
Los jóvenes Maestro Mago y Brujito son aconsejados y advertidos por las aves emplumadas de que los señores del inframundo los han invitado a un juego de pelota, pero que en realidad se trata de una trampa.
Antes de partir, dejan en manos de su madre y abuela un par de largas cañas que simbolizan el alma de los jóvenes, objetos que reflejan lo que sienten y experimentan.
En su camino al inframundo, los jóvenes guerreros tienen que sortear un río de sangre, enfermedades amarillas y cuatro caminos con fauces. Al llegar a Xibalbá, donde moran los Señores del Inframundo, intentan evadir el juego de pelota, por lo que ponen a prueba a los príncipes, quienes saldrán vencedores de la Casa del Frío, la Casa de las Tinieblas, la Casa de las Navajas y finalmente de La Hoguera, donde sus cuerpos serán cenizas para luego renacer y regresar como héroes al inframundo para vengarse de los señores que ahí habitan.
El montaje tiene como propósito recuperar la literatura prehispánica y obras de dramaturgos mexicanos, explica Andrómeda Mejía (Toluca, estado de México, 1986, directora de la obra).
“Se trata de una adaptación muy divertida y accesible hecha por la maestra Luisa Josefina Hernández, ya que el original del Popol Vuh es un poco complejo para niños y adolescentes.”
La duración de la puesta en escena es de 90 minutos y tiene un intermedio de cinco. La obra intenta quedarse con la parte más esencial de la mítica aventura maya del origen del hombre, como las pruebas y obstáculos que deben sortear Ixquic, Maestro Mago y Brujito, comenta la creadora.
Con las actuaciones de Édgar Landa, Omar Sorroza, Abril Mondragón, Roxana Padierna Monterrubio, Michell Maldek, Alfredo Romero, Fernanda Huerta, César Chagolla, Édgar Alonso y Manuel Cruz Vivas, egresados en 2015 de la Escuela Nacional de Arte Teatral, Popol Vuh realizará dos últimas funciones en el Foro Shakespeare (Zamaro 7, colonia Condesa), los domingos 18 y 25 de septiembre, a las 13 horas.