Sábado 17 de septiembre de 2016, p. 5
Podría decirse que esta vez los poderes de la Unión y los propios comandantes de las fuerzas armadas fueron desplazados. Y no de otra parte, sino de su sitial de privilegio para seguir el tradicional desfile militar.
Por turnos, los niños aplicados de sexto grado de primaria invitados especiales para la ocasión tomaron el balcón de Palacio Nacional desde donde cada año sólo lo ven el presidente, su esposa, y los representantes del Congreso y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como los titulares de la Defensa y la Marina.
Esta vez, los representantes del Poder Legislativo fueron Pablo Escudero, del Senado, y Edmundo Bolaños Aguilar, de la Cámara de Diputados. Por el Judicial, el ministro Luis María Aguilar. También estuvieron allí los secretarios de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos, y de Marina, almirante Vidal Francisco Soberón. Y participó la esposa del presidente Enrique Peña, Angélica Rivera.
El propio mandatario fue el animado para convivir en ese espacio con los niños. Se prodigaba en explicaciones sobre el tipo de contingente que en esos momentos desfilaba y saludaba marcial a su comandante supremo.
Y así, en una buena parte, el desfile derivó –la presencia de los infantes empezó en la segunda mitad del desfile– en un ambiente de charla, relajo y selfies que incluso robó la atención del mandatario a la demostración de gallardía para la cual los soldados, marinos y pilotos viven extenuantes ensayos desde principios de agosto. En más de una ocasión y por aquello de las fotografías, Peña Nieto quedó de espaldas de la parada militar.
Como siempre y con ‘’fibra’’, todo transcurrió ‘’sin novedad’’ en una hora 58 minutos, como reportó el comandante de la columna, general Noé Salvador Alcázar, subsecretario de la Defensa Nacional.
La numeralia para conmemorar el 206 aniversario del inicio de la gesta de Independencia consigna: una bandera monumental, 48 banderas de guerra, 149 aeronaves, 448 vehículos, 23 embarcaciones, 35 aves, 266 caballos y 65 perros.
En total, desfilaron 23 mil 471 integrantes del las fuerzas armadas y civiles –11 mil del Ejército, 8 mil 841 de la Fuerza Aérea y 3 mil 630 de la Marina–. También participaron integrantes de la Policía Federal y de las asociaciones de charros.
Se aprovechó la ocasión para resaltar el centenario de la industria militar y medio siglo de la creación del programa DN3-E de apoyo a la población civil.
Además de los contingentes de pie, motorizados y de caballería, la fuerza aérea brindó un espectáculo con aviones y helicópteros de diversas características, y 10 paracaidistas del Ejército y la Armada descendieron directamente en la Plaza de la Constitución.
En esta ocasión la creciente presencia de mujeres militares fue notoria en contingentes y actividades en los que tradicionalmente sólo se veía a varones, como la Policía Militar y en el ceremonial del izamiento de la bandera en la Plaza de la Constitución.