Michoacán –una de las entidades donde los grupos criminales producen grandes cantidades de drogas sintéticas– se ha convertido en el centro de una disputa por el control de las rutas de ingreso de precursores químicos y de recepción y traslado de cocaína por el océano Pacífico, señalaron funcionarios que participan en el gabinete de seguridad nacional.

Dos de los principales grupos son escisiones o células creadas por ex integrantes de organizaciones como Los caballeros templarios, La familia michoacana y el cártel Jalisco Nueva generación.

A éstos se han sumado Los viagras (liderado por presuntos ex integrantes de las autodefensas), La nueva familia (ex miembros de La familia michoacana), Insurgencia por el rescate institucional y social (IRIS), La nueva empresa (ex miembros del cártel del Golfo y de Los caballeros templarios) y Los justicieros, señalaron los funcionarios entrevistados.

Hipólito Mora Chávez –ex líder de autodefensas de La Ruana, municipio de Buenavista– señaló que la situación de violencia que están generando los diversos grupos está retornando peor que antes: ha habido decapitados, homicidios y secuestros.

Mora refirió que esa violencia se vive en los municipios de Múgica, Apatzingán, Aguililla, Zamora, Briseñas, Tanhuato, Tepalcatepec y Gabriel Zamora. En este último han aparecido tres decapitados en las recientes seis semanas.

Tras el desmantelamiento de Los caballeros templarios se desprendieron varias células que ahora se encuentran en disputa, como Los viagras, que encabezan los hermanos Sierra Santana; Ignacio Andrade Rentería, El Cenizo, preso desde hace meses; Luis Antonio Torres, El Americano, entre otros, sin contar al cártel Nueva generación, que sigue entrando por la ciénega de Chapala (Briseñas, Tanhuato, Villamar), confirmaron fuentes federales.

El ex jefe de los grupos de autodefensa indicó que hay homicidios todos los días, esto se puede demostrar. Mencionó más de 10 ejecuciones en Zamora, donde han dejado mensajes.

El líder nahua de Ostula, municipio de Aquila, Cemeí Verdía, comentó que en la Sierra Occidental y la zona costera de Aquila y Coahuayana la situación permanece en tranquilidad, gracias a que los comuneros (muchos de ellos parte del mando unificado) siguen pendientes de la seguridad, además de que los delincuentes que operaban en esa región se fueron a Colima, el cual, de ser un estado relativamente tranquilo, se ha convertido en un lugar peligroso.