El nuevo secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña, ocupa por segunda ocasión este cargo luego de que en el sexenio pasado, con el panista Felipe Calderón, estuvo al frente de las finanzas públicas entre septiembre de 2011 y noviembre de 2012. Esta es la quinta ocasión en seis años en que es titular de una secretaría de Estado.

Meade Kuribreña es licenciado en economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México, y en derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México; tiene un doctorado en economía por la Universidad Yale y desde 1997 ha ocupado diversos puestos en el sector público.

El propio Meade Kuribreña ha mencionado en varias entrevistas que él ha sido, junto con Plutarco Elías Calles (quien fue titular de Hacienda, de Guerra y de Gobernación en tres gobiernos distintos, entre1915 y 1925), el único funcionario que ha ocupado el mayor número de secretarías.

Con Calderón fue titular de Energía en 2011 y de Hacienda entre septiembre de 2011 y noviembre de 2012.

En el sexenio de Enrique Peña Nieto, entre diciembre de 2012 y agosto de 2015 encabezó la Secretaría de Relaciones Exteriores, y desde septiembre de 2015 hasta la mañana de ayer fue titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).

Estuvo al frente de esta dependencia un año y en este sector quedó pendiente conocer la situación de pobreza del país en 2015, luego de que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social determinó no utilizar los datos de la encuesta del Módulo de Condiciones Socioeconómicas 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía porque no pueden compararse con datos de años previos.

En ese periodo impulsó la Estrategia Nacional de Inclusión, para lo cual firmó convenios con los gobiernos estatales, empresas y universidades, además de otros sectores. También sacó del discurso central de combate a la pobreza la Cruzada nacional contra el hambre, que impulsó el gobierno federal al principio del sexenio.

Meade Kuribreña se centró en trabajar con otras dependencias federales e instituciones para abatir las cifras de carencias sociales (educación, salud, alimentación, seguridad social, servicios y calidad de la vivienda) que sirven de base para la medición de la pobreza.