Londres.

Con autorización del gobierno francés Gran Bretaña empezará a construir un muro en el puerto de Calais para impedir la llegada de inmigrantes que se suben a los camiones para poder cruzar, informó este miércoles el ministro del Interior, Robert Goodwill.

La iniciativa no fue bien recibida por la oposición ni por organizaciones de camioneros que exigieron más seguridad en los caminos. El legislador Angus Robertson, del Partido Nacional Escocés, dijo que la primera ministra Theresa May debería estar avergonzada de una propuesta parecida a la del candidato presidencial republicano Donald Trump, quien ha prometido construir un muro en la frontera de Estados Unidos con México.

El muro de concreto, de cuatro metros de altura y un kilómetro de largo, será construido a lo largo de una carretera que conduce al puerto y será completado a finales de año. Con esta valla se busca lo que no pudieron lograr guardias de seguridad y un alambrado de púas: detener a los inmigrantes que llegan procedentes del puerto francés de Calais.

El ministro del Interior, Robert Goodwill, anunció esta semana que la barrera se construirá con parte de un paquete de seguridad de 23 millones de dólares acordado entre Gran Bretaña y Francia. El muro completará una valla ya existente en el puerto y a la entrada al Túnel de la Mancha.

Goodwill dijo a legisladores que la construcción del muro, a la par de la carretera principal que va al puerto, comenzaría muy pronto, y añadió: ya hicimos el cerco, ahora estamos haciendo el muro.

El muro costará 2.7 millones de euros, y pasará a engrosar el arsenal de vallas y barreras construidas en Europa, que enfrenta un constante flujo de inmigrantes.

Hungría ha construido una valla en su frontera con Serbia y Austria ha anunciado planes para una gran valla en su frontera con Hungría, para cortar así la ruta de los Balcanes.

Miles de personas, la mayoría de Medio Oriente y África, han realizado viajes largos y peligrosos a Calais, en el norte de Francia, con la esperanza de llegar a Gran Bretaña.

Muchos viven hacinados en campamentos que las autoridades francesas han prometido desmantelar.

Para desanimar y mantener a la gente lejos de los trenes de carga del Eurotúnel, el puerto y la carretera, las autoridades han enviado más policías y han elevado alambrados de púas.

Pero migrantes desesperados están usando tácticas cada vez más peligrosas para aminorar la velocidad de los camiones y subirse a los vehículos. El grupo de ayuda Albergue de los Migrantes dice que este año han muerto 11 inmigrantes, siete de ellos en las carreteras.

El lunes pasado, camioneros, agricultores, estibadores y comerciantes bloquearon un camino importante en protesta por la interrupción, así como por las multas que reciben si los encuentran con polizones.

Pero las organizaciones de camioneros no recibieron con agrado la idea del muro. Richard Burnett, jefe ejecutivo de transportistas de Gran Bretaña, dijo que el dinero sería invertido mucho mejor en mayor seguridad en los caminos.

Vikki Woodfine, de la firma legal DWF, quien trabaja con compañías de camiones, dijo que el muro es una reacción impulsiva que probablemente no marcará la diferencia.

Los migrantes están desesperados por cruzar la frontera y sin duda encontrarán una manera para llegar, lo que aumentará el total de muertos, concluyó.