El chileno conquista Venecia con el mito de Jacqueline Kennedy
Jueves 8 de septiembre de 2016, p. a11
Venecia.
El director chileno Pablo Larraín se catapultó ayer entre los favoritos al León de Oro en Venecia explorando el mito de Jacqueline Kennedy en Jackie, película que cuenta con la magnífica actuación de Natalie Portman.
El filme relata los cuatro días posteriores al asesinato en 1963 del presidente estadunidense John F. Kennedy a través de su esposa Jackie, testigo de la dramática muerte del mandatario en Dallas, hecho que marcó la historia del siglo pasado.
Ha sido un reto utilizar instrumentos cinematográficos para llegar a ella
, reconoció Larraín en conferencia de prensa, quien quiso entrar más en los sentimientos, en el dolor de una persona que vive un magnicidio de tales proporciones.
No quise ser célebre, es que soy una Kennedy
, admite Jackie ante un religioso antes del solemne y espectacular funeral con caballos y procesión que batalló por obtener, resumiendo el papel complejo y difícil que la historia otorgó a la viuda del entonces mandatario más poderoso del mundo.
Larraín, de 40 años, ganador en 2015 del Oso de Plata en el Festival de Berlín con El club, sobre la pedofilia dentro de la Iglesia, debuta así en Hollywood y llega al mercado estadunidense con una cinta rodada en inglés y que encara un ídolo enigmático y complejo.
El lenguaje poco convencional de Larraín, su conocido ritmo angustiante al compás de la música obsesiva de Mica Levi, la excelente fotografía del francés Stephane Fontaine y la actuación de Natalie confirman el interés de la película.
Para muchos la actuación de Portman podría no sólo valerle la Copa Volpi en Venecia, sino también su segundo Óscar de interpretación, después del que obtuvo en 2011 por Cisne negro.