En las mismísimas entrañas del monstruo. Los 25 años del Auditorio Nacional, cumplidos el 6 de septiembre, permitirá por vez primera al público acceder a espacios de este inmueble hasta ahora restringidos.

Esto gracias al programa artístico con el cual el foro, considerado el principal recinto de espectáculos de México y uno de los más importantes del mundo, festejará la efemérides el próximo 25 de septiembre.

Será una celebración que abarcará gran parte del día, de las 11:30 de la mañana a pasadas las nueve de la noche, y consistirá en un espectáculo a cargo de la compañía de danza contemporánea de Tania Pérez Salas, y un magno concierto de la Orquesta Sinfónica de Minería.

Así lo anunció ayer Eduardo Amerena, coordinador ejecutivo del Auditorio Nacional, quien reafirmó la vocación de este escenario como punto de encuentro entre los artistas y el público, además de aclarar que su encomienda como responsable de este espacio se resume en ser mejores cada día.

Fue a mediados de junio pasado cuando el también abogado asumió dicho cargo, en sustitución de Gerardo Estrada. Afirmó: La encomienda con la que llego es mejorar a partir de nuestra circunstancia. Es una autosuperación como la que puede haber en una disciplina deportiva o artística.

Mantenerse de clase internacional

En breve entrevista, resaltó que los principales retos del auditorio son tener una programación variada que satisfaga las necesidades e integralidad de los públicos, pero también que las condiciones de equipamiento y de tecnología del recinto estén al día, que vayan incluso a la vanguardia; que el lugar se mantenga siempre con clase internacional, de excelencia.

Sobre el surgimiento de otros foros y espacios para espectáculos, afirmó que la multiplicación de recintos conviene a la cultura, al público y al propio Auditorio Nacional, porque la competencia es un incentivo inigualable para ser mejor cada día.

“Aunque tratándose del Auditorio Nacional –agregó–, nuestra competencia es con nosotros mismos. Tenemos que partir de la base de que hay muchos recintos, y qué bueno que los haya. Ojalá haya más, y en ese medida habrá mucho más afluencia, más recursos financieros para esta actividad tan importante en el desarrollo social y humano.”

De acuerdo con Eduardo Amerena, el Auditorio Nacional es, por su naturaleza, un foro ecuménico. Es decir, todo y todos caben allí, desde cine, ballet y música sinfónica hasta espectáculos internacionales.

Sobre las críticas que generó su designación de responsable de la institución, luego de un conflicto que tuvo en 1999 en relación con la película La Ley de Herodes, de Luis Estrada, cuando era el titular del Instituto Mexicano de Cinematografía, el promotor respondió que ésa es una página del pasado.

Creo que no es importante ni interesante para el público de ahora algo que pasó hace 20 años, y que la historia lo ha archivado como debe de ser, de manera positiva, precisó.

Hoy tenemos un país diferente, por fortuna, y seguimos trabajando por la cultura, las personas y por cumplir una vocación que trae uno desde muy pequeño. Estoy muy agradecido con el secretario (federal) de Cultura (Rafael Rovar y de Teresa) y el jefe de Gobierno (de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera), porque me han dado esta confianza. Estoy haciendo mi mejor esfuerzo; espero, también, rendir buenas cuentas.

Después de una explicación sobre el origen del Auditorio Nacional, acerca de su remodelación integral en 1991 a cargo de un equipo de arquitectos encabezado por Abraham Zabludovsky y Teodoro González de León, así como del funcionamiento técnico, tecnológico y operativo del recinto, fue presentado el programa de la celebración del 25 aniversario.

La actividad central del mismo, como ya se dijo, será el 25 de septiembre. Ésta constará del espectáculo Pasión en movimiento, en la que compañía de Tania Pérez Salas presentará cuatro coreografías en diversos espacios del recinto a los que usualmente no se tiene acceso, como el escenario y los pasillos que conducen al área de camerinos y a el Lunario.

Luego de un receso, a las 19 horas la Orquesta Sinfónica de Minería ofrecerá un magno concierto, en la sala, con un programa que incluye la Obertura 1812, de Chaikovsky; Huapango, de José Pablo Moncayo, y la cantata Carmina Burana, de Carl Orff.

Preámbulo

Como preámbulo, el organista Víctor Urbán interpretará la Tocata y fuga en re menor, de Bach, en el órgano monumental del recinto.

Ese instrumento, también como parte de las celebraciones, será el protagonista de otro magno concierto el 18 de septiembre, en el que Víctor Urban y el ruso Anatoly Mashalov, considerado uno de los organistas más importantes del mundo.

El programa de festejos por este cuarto de siglo incluye, asimismo, el tradicional concierto patrio del 15 de septiembre, Nuestra fiesta mexicana, a cargo de Fernando de la Mora, así como el recital Pasión por la ópera, el de octubre, protagonizado por el tenor Javier Camarena.

La conmemoración tendrá de corolario dos exposiciones: Obra 25, que será inaugurada el 29 de septiembre, y 25 años de encuentros, el 13 de octubre.