Abucheos interrumpen de nuevo el mensaje del presidente Michel Temer en el Maracaná
Thomas Bach, presidente del COI, no asistió a la ceremonia
La ley brasileña habría de llamar al dirigente por el escándalo de reventa ilegal de entradas en los Juegos Olímpicos
Jueves 8 de septiembre de 2016, p. a13
Río de Janeiro.
Los Juegos Paralímpicos de Río, los primeros de Sudamérica, comenzaron con una ceremonia inaugural cargada de samba y protesta política en el estadio Maracaná, donde el fuego brillará durante la cita en la que competirán 4 mil 342 deportistas de 160 países.
Brasil celebró el día de su Independencia y abrió la justa en medio de protestas. Un ensordecedor abucheo no permitió escuchar el mensaje del presidente conservador Michel Temer, quien asumió el cargo tras la destitución de la mandataria de izquierda Dilma Rousseff.
El certamen paralímpico se inició en una ciudad poco accesible para los discapacitados y en medio de una severa crisis en el país, con un mensaje de igualdad, determinación, inspiración, coraje, poder de transformación y pasión por el deporte.
Verán el verdadero significado del deporte y de la habilidad
, dijo el presidente del Comité Paralímpico Internacional (CPI), Philip Craven. “Obrigado a los cariocas y brasileños”, expresó antes de que el nadador local Clodoaldo Silva, mayor medallista de Brasil, encendiera el pebetero.
Futbol para ciegos, atletismo, rugby y volibol sentado, natación, esgrima y equitación destacan en el programa de 22 deportes de esta 15 edición, que termina el 18 de septiembre.
La agitada actualidad política brasileña irrumpió en el mítico estadio carioca, lleno a reventar, donde miles de personas se manifestaron contra Temer, quien ya había recibido rechiflas sonoras desde los Juegos Olímpicos.
El espectáculo acalla protestas
El ¡Fuera Temer!
de las protestas de los recientes días rugió en las tribunas, pero la furia se aplacó luego con el bonito espectáculo en una ceremonia que se prolongó unas cuatro horas.
La inauguración, que no fue transmitida por televisión abierta, arrancó tan pronto cayó la noche con una rueda de samba, que una vez más mostró la riqueza musical y la vitalidad de este país sumido en una severa crisis económica y política.
El viaje transmitido por video de Philip Craven, de Gran Bretaña a Brasil, comenzó el espectáculo en el que participaron unas 500 personas en escena, entre coreógrafos y artistas, algunos con discapacidad.
El Maracaná de repente se convirtió en playa, escenificada con los típicos vendedores ambulantes, las sombrillas y el tradicional aplauso de agradecimiento al sol, todo bajo clásicos como Río de Janeiro continúa lindo
.
Un momento emocionante vino con el himno brasileño. Lo tocó el maestro Joao Carlos Martins, quien abandonó el piano por una atrofia en las manos, pero luego lo retomó y demostró que aún tiene gran talento.
Luego vinieron los atletas, representantes de 160 delegaciones, incluida una de refugiados, que desfilaban al ritmo de la contagiosa música local. Los nombres de las delegaciones iban en piezas de rompecabezas, que terminó en un corazón al centro del escenario.
La ceremonia concebida por el diseñador Fred Gelli, el escritor Marcelo Rubens Paiva y el artista Vik Muniz mostró como lema Todo el mundo tiene un corazón
y se centró en la condición humana, los sentimientos, los desafíos, la solidaridad y el amor.
En la tribuna de honor no se encontraba el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, quien se disculpó para acudir al funeral del ex presidente de Alemania Walter Scheel.
Según medios brasileños, la policía esperaba interrogar a Bach sobre el escándalo de reventa ilegal de entradas que involucra al irlandés Patrick Hickey, quien tiene prohibido salir de Brasil y que se mantuvo en silencio durante un interrogatorio el pasado martes.
Ausente también, la poderosa delegación rusa, excluida de los juegos debido al gran escándalo de dopaje de Estado.
Y como es natural, la delegación brasileña, que cerró el desfile, recibió una ensordecedora ovación.
¡Hoy todos son cariocas, el mundo es carioca! (...) Río está listo para hacer historia paralímpica
, expresó el presidente del comité organizador, Carlos Nuzman.
Durante la ceremonia, entre fuegos artificiales, Aaron Wheelz, atleta extremo en silla de ruedas, se lanzó por una megarampa, voló a través de un aro y cayó en un colchón inflable, robándose la ovación del público.
Minutos antes, la primera campeona paralímpica del atletismo brasileño y una de las portadoras de la antorcha, Marcia Malsar, perdió el equilibrio y cayó al suelo, pero se levantó de inmediato para culminar su tramo.
Justificó así las palabras pronunciadas por Carlos Nuzman, quien calificó a los participantes en esta contienda de superhumanos que no conocen lo imposible
.
“Enfrentamos hoy un gran desafío: construir un mundo nuevo, más accesible, justo y fraterno, donde todos puedan caminar lado a lado sin obstáculos, señaló Nuzman, y abogó por la igualdad de las personas, que aun cuando parezcan diferentes tienen el mismo corazón
.