Brasilia.

La destituida ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, abandonó a primera hora de este martes el Palacio de la Alvorada de Brasilia ante una multitud que la aclamaba, para dirigirse hacia Porto Alegre, donde residirá, en un viaje que simboliza el fin de una era en este país.

En un corto trayecto a pie antes de abordar el avión, Rousseff fue arropada por cientos de manifestantes –un millar según gente de la ex mandataria– que gritaban: Dilma, guerrera de la patria brasileña.

La ex presidenta, rodeada de varios de sus ex ministros y legisladores, repatrió besos y abrazos; a ella le entregaron globos en forma de corazón y rosas rojas, el color del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).

En la ciudad de Porto Alegre fue recibida con un acto político, punto de partida de lo que se espera sea una dura oposición a Michel Temer, su ex vicepresidente, que la sucedió en la jefatura de Estado.

Rousseff perdió su mandato luego de un juicio en el Senado que la condenó por haber violado la Constitución al autorizar gastos de espaldas al Congreso y maquillar las cuentas públicas.

Desde que Rousseff fue destituida –el miércoles pasado– se han organizado protestas todos los días contra el ahora presidente Michel Temer, al que partidarios de la ex mandataria acusan de golpista, y han sido reprimidos violentamente, lo que ya comenzó a generar preocupación y una intensa polémica en las redes sociales de este país.

Destaca el caso de la estudiante de 19 años Deborah Fabri, quien acabó perdiendo la visión del ojo izquierdo tras la intervención de los agentes en una protesta en Sao Paulo el mismo día de la destitución.

La fiscalía informó a los gobernadores de Río de Janeiro y Sao Paulo que investigará las denuncias de supuestos abusos cometidos por la policía de estos estados durante los últimos días.

Henrique Motta, mando de la policía militar, afirmó en Facebook que la joven que perdió el ojo se buscó lo que le ocurrió, lo que incendió las redes sociales. Quien planta rábanos, recoge rábanos, decía el mensaje del coronel.

El Consejo Superior de la Fiscalía de Brasil decidió prorrogar hasta septiembre de 2017 las investigaciones de la Operación Lavado Rápido, que investiga la red de corrupción en Petrobras. El centro de las pesquisas se encuentra en la ciudad de Curitiba, al mando del juez Sérgio Moro, que antes había expresado su voluntad de terminar con dicha operación a finales de 2016.

Sin embargo, la fiscalía determinó que las investigaciones continúen un año más en todo lo referente a la trama de sobornos construida alrededor de Petrobras.

Desde su inicio, en marzo de 2014, la Operación Lavado Rápido ha arrojado la detención de directivos de Petrobras y de empresas provedoras, así como tesoreros del PT. La parte más significativa de la operación es la que investiga al ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, quien este martes pidió anular el proceso en el que está acusado de obstrucción a la justicia por intentar comprar el silencio del ex directivo de estatal petrolera Néstor Ceveró.