De 76 años y con su portentosa voz, el galés hace temblar al auditorio
Eres mi amor
, le gritan al interpretar sus éxitos Run, Hit or miss y Mama told me not come
Martes 6 de septiembre de 2016, p. a35
En el primer concierto que ofreció en México, la portentosa voz de Tom Jones hizo temblar literalmente al teatro Metropólitan.
A sus 76 años de edad, Sir Thomas John Woodward, nombre real del galés, comenzó una gira por América Latina con Burning hell.
Lo hizo con el pie derecho en nuestro país, y en el escenario del teatro art decó empezaron a latir los corazones con las piezas emblemáticas del músico.
El legendario intérprete –ataviado en negro y saco gris plateado– y sus nueve músicos regalaron una presentación plena de recuerdos con rolas como Run, Hit or miss, Mama told me not come y Didn't it rain, melodías que estuvieron acompañadas de ligeros movimientos corporales con los cuales el cantante provocó los gritos femeninos de yo también te amo
y eres mi amor
.
Con Delilah, el ambiente subió de temperatura y los aplausos se prolongaron para dar paso a la deliciosa Soul of a man.
Muchas gracias
, repitió varias veces el legendario músico, quien ha mantenido su popularidad como un artista en vivo sobre los escenarios y grabando en el estudio por cinco décadas.
Tom Jones ha obtenido algunas de las mejores reseñas de su vida con sus discos más recientes: Long lost suitcase, Spirit in the room, y Praise & blame.
La lluviosa noche del lunes, sobre el escenario del Metropólitan, Tom Jones impresionó también con Sexbomb y Elvis Presley blues.
Con Tower of song y las reconocidas Green, Green grass of home, It's not unusual y You can leave your hat on, el intérprete siguió con la seducción a sus seguidores, que no dejaron de corearlas.
Con Kiss y Strange things happening every day Jones regresó al escenario en el ya tradicional encore a petición del público para dar gracias a México en un concierto que saturó de emociones y recuerdos a sus seguidores de todas edades.
La jovialidad de Tom Jones y su fuerza interpretativa se conjuntaron con las luces multicolores y una pantalla multimedia que nunca logró distraer la atención de los espectadores sobre el músico nacido en Treforest, Glamorganshire, Gales en 1940.
Tom corroboró que es una leyenda viviente, al margen de haber vendido a lo largo de su trayectoria más de 100 millones de discos en todo el mundo. Su gira continuará el 8 de septiembre en Santiago de Chile, el 11 en Buenos Aires y el 13 en Sao Paulo, Brasil.