Una disputa familiar divide al cártel de Sinaloa. Aureliano Guzmán Loera, El Guano, presuntamente se habría aliado con los hermanos Beltrán Leyva para disputar el control de la banda del El Chapo a sus sobrinos Alfredo e Iván Guzmán, hijos de Joaquín Guzmán Loera, así como a Ismael El Mayo Zambada García, señalaron integrantes del gabinete de seguridad nacional.

La confrontación familiar se inició en 2015, pero su intensidad se ha incrementado hasta llegar a dos hechos que han sobresalido, señalaron las fuentes consultadas: el asalto a la casa de la madre de Joaquín El Chapo Guzmán y el secuestro de Iván y Alfredo Guzmán, hijos del capo Guzmán Loera. Aunque en ninguno de los casos hubo personas lesionadas, se “considera que la división familiar ya ha puesto parte de las rutas y zonas de cultivo que controlaba el cártel de Sinaloa bajo el control de Aureliano Guzmán y también del cártel Jalisco Nueva generación en la zona del Triángulo Dorado.

“Hay resistencias, una de ellas es por parte de Ismael El Mayo Zambada, en la zona de Tijuana, Baja California, uno de los corredores por donde ingresa droga a Estados Unidos y que estaba bajo el pleno control del cártel de Sinaloa.”

La disputa familiar se inició en abril de 2015 con el homicidio de Ernesto Guzmán Hidalgo (padre de la esposa de Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, y medio hermano de El Chapo Guzmán). Asesinato que supuestamente provocó que Alfredo e Iván Guzmán sacaran a su tío del cártel de Sinaloa.

En respuesta, integrantes de los Beltrán Leyva –que, a decir de los funcionarios entrevistados, han llegado a asociarse en algunas zonas del país con el cártel Jalisco Nueva generación– asesinaron a Cristóbal Muro Valdez, jefe de escoltas de Aureliano Guzmán en el poblado San José del Barranco.

Posteriormente, en junio pasado, la casa de la madre de El Chapo fue objeto de un asalto. Un grupo de hombres armados sustrajeron motocicletas de la casa y la mujer huyó del municipio de Badiraguato. A este hecho siguió el secuestro de los hermanos Alfredo e Iván Guzmán en el restaurante La Leche, en Puerto Vallarta, Jalisco, y su liberación ocurrió siete días después de que, al parece, El Mayo Zambada pactara la entrega de algunas zonas de tráfico y cultivo de enervantes al cártel Jalisco Nueva generación.