Organizaciones campesinas y sindicales rechazaron el nuevo formato del Informe presidencial, en dos tiempos. El diálogo con jóvenes, señalaron, fue un esquema arreglado con la expectativa de hacer lucir al mandatario, Enrique Peña Nieto, con participantes a modo. En lo que respecta al campo y lo laboral no había nada bueno qué reportar, dado que la situación económica no ha repuntado y la precarización del trabajo se ha incrementado, apuntaron.

Carlos Galindo, secretario de relaciones del Sindicato de Trabajadores de la UNAM (Stunam); Carlos Guillén, secretario del exterior del Sindicato Unico de Trabajadores de la Industria Nuclear (Sutin), y Raúl Pérez Bedolla, secretario de organización de la Alianza Campesina del Noroeste (Alcano), manifestaron que el formato debería ajustarse para que el presidente realmente rinda cuentas.

Según Galindo, fue un formato arreglado, pensaron que se iba a lucir el presidente. Las preguntas sobre los temas más polémicos no vinieron de los asistentes, sino de las redes sociales. No le rindió cuentas a los mexicanos. El Informe lo entregó el secretario de Gobernación al Congreso y luego lo que contestaba a los jóvenes era pura retórica. Debería abrirse a la sociedad y aceptar que los sectores nos manifestáramos y se escucharan nuestros planteamientos debería ser un verdadero debate, dijo.

En lo laboral “hay una instrumentación de medidas para desaparecer a los sindicatos a nivel mundial y local. México es el país en donde más se incrementa el outsourcing, el empleo precario y sin garantías”.

Guillén señaló que con el formato utilizado se evadió la posibilidad de estar realmente de frente a la sociedad, habló ante un público que ni siquiera se sabe con certeza cómo fue seleccionado; seguramente escogido modo y en un ambiente controlado. El presidente, como cualquier gobernante, debe informar a sus gobernados. Ese es un formato que cumple aparentemente una formalidad de entregar el informe, pero que se hace a espaldas de la sociedad.

En cuanto al empleo, el representante sindical dijo que el salario está en constante deterioro y la reforma laboral no creó los empleos que se prometieron; los únicos que se han generado son temporales y sin prestaciones.

Bedolla consideró que no fue un diálogo. El mandatario recurrió a un formato donde no hay preguntas, sino introducción a temas. Insistió en que el presidente debe acudir una vez al año ante el Congreso para presentar su Informe.

Sobre la situación del campo, estimó que los pequeños productores siguen en el olvido y expresó su preocupación por el recorte que se espera en el presupuesto agrícola.