Fuentes de la embajada de Estados Unidos en México rechazaron ayer que el encuentro del presidente Enrique Peña Nieto con el candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, haya generado un enfriamiento en la interlocución entre los gobiernos de Barack Obama y el mexicano.

Asimismo, ante versiones de que la embajadora Roberta Jacobson fue ignorada por las autoridades mexicanas en el asunto, y de que se le informó de la reunión en la residencia oficial de Los Pinos 24 horas antes, las fuentes diplomáticas consultadas señalaron que la legación no se involucró en el tema porque se trataba de la visita de un particular, no de un miembro del gobierno estadunidense, salvo el Servicio Secreto, por el tema de la seguridad.

También aclararon que la embajada estadunidense supo de la entrevista con varios días de anticipación y que la relación entre los dos países sigue siendo muy fuerte.

Relaciones Exteriores niega la ‘‘renuncia’’ de la canciller

Tras el rechazo generalizado a la decisión gubernamental de invitar a Donald Trump a México, ayer surgió la especie de que la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, presentó al jefe del Ejecutivo federal su renuncia por no haber sido consultada sobre la pertinencia de la entrevista con el abanderado republicano a la presidencia de Estados Unidos.

No obstante, fuentes de la cancillería negaron que la funcionaria haya puesto sobre la mesa su dimisión.