El gobierno capitalino se blindará en 2017 con el Fondo de Estabilización, ya que será un año inédito en la historia del país, porque el presupuesto federal vendrá muy ajustado y deben garantizarse los programas sociales y el gasto de mantenimiento, informó Édgar Amador Zamora, titular de la Secretaría de Finanzas local.

El proyecto de presupuesto que se presentará en el último trimestre del año a la Asamblea Legislativa para su aprobación contempla un presupuesto de alrededor de 186 mil millones de pesos, que implica una actualización de 3 por ciento de inflación, sin considerar ningún incremento en impuestos y derechos.

La solicitud de deuda al Congreso de la Unión será de 4 mil 500 millones de pesos y 5 mil 500 para el Fondo de Capitalidad, lo cual es posible, aunque estamos en manos de la negociación de los diputados federales, pero los capitalinos merecen que todo lo que hacen por su país se les retribuya, señaló.

El funcionario informó en entrevista que los recursos obtenidos por esa vía se canalizarán a obras de infraestructura hidráulica, movilidad, como las líneas 5 y 7 del Metrobús; infraestructura urbana y seguridad pública, para cámaras de videovigilancia.

Además, se solicitarán mil millones para el Fondo Metropolitano, se pedirá un incremento del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS), cuyo presupuesto actual es de 700 millones de pesos, y se continuará con los programas de regularización de pagos para aumentar la recaudación, detalló.

La ciudad, puntualizó, cuenta con finanzas sanas y nos gustaría pensar que se debe al dudoso talento que podemos tener, pero los capitalinos son muy cumplidos; se ha hecho más fácil que vayan al día en sus obligaciones; aumentaron los puntos de pago a 7 mil y hay confianza de la gente en su gobierno.

Los convenios firmados con la Federación para cobrar de manera conjunta los impuestos sobre la renta (ISR) y al valor agregado (IVA) han permitido además recaudar casi mil millones de pesos en poco más de un año, mientras esa cantidad se obtenía en un sexenio, comentó.

Una tendencia similar se observa en la recaudación por predial y agua, donde vamos bien respecto de lo programado, pero abajo del año pasado, cuando se realizó un programa de regularización, lo que ayudó a mejorar los coeficientes de participación, que significó entre 100 y 200 millones de pesos más, añadió.

La reducción del grado crediticio del país, de las expectativas de crecimiento y el recorte federal, sin embargo, son un preludio de que el presupuesto del próximo año será extremadamente compacto y tendrá un impacto severo en las entidades federativas, afirmó.

De requerirse un recorte en rubros prioritarios, será mínimo, aun cuando el proyecto de presupuesto que se presentará a la Asamblea Legislativa para su aprobación será austera, únicamente reflejará el incremento de la inflación, y contamos con un Fondo de Estabilización de ingresos a largo plazo, sostuvo.

Hoy somos la única entidad del país que lo tiene fuera del gobierno federal, con lo cual estamos preparados en caso de que las participaciones en el futuro se nos caigan, porque tenemos este amortiguador del ciclo económico, con un fondo de 6 mil millones de pesos, mencionó.

Detalló que de ese monto, 4 mil 200 millones de pesos son para la estabilización de ingresos y mil 800 para atender desastres naturales, por lo cual no esperamos mayores problemas, pues aun cuando la deuda de la ciudad es la más grande del país, sólo representa 2.4 por ciento del PIB.

Además, no tiene ningún vencimiento importante; tiene una clasificación triple A y puede cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores o el mercado bancario sin problemas, pues cuando se empezaron a emitir bonos en 2003 se tenían dos competidores: la CFE y Pemex, que ahora tienen una calificación crediticia menor respecto de la ciudad.

No tenemos nada de que preocuparnos. Vamos a cerrar bien el año y esperamos tener un presupuesto inercial, sin muchas acotaciones, confió.