Con la entrega de la cartilla social por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) antes del levantamiento de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh), con la cual se medirá la pobreza el año próximo, se pierde comparabilidad respecto a otros años en que no se contaba con la información de ese documento, advirtió Rodolfo de la Torre, investigador del Centro de Estudios Espinosa Yglesias.

La semana pasada la Sedesol llegó a la entrega de 6 millones de cartillas sociales (de 9 millones previstas), en las cuales se informa a los beneficiarios de los programas sociales el monto económico que reciben por estas acciones. Es la primera vez que se proporciona un documento como ése a los hogares.

De la Torre consideró que podríamos sospechar que habrá un problema de comparabilidad de los datos de ingreso (con los años anteriores en que se levantó la Enigh), precisamente porque está cambiando la información con la que se apoyan las personas para responder la encuesta.

Aunque no es claro el impacto que habrá, sí se puede sospechar que modificaría profundamente las respuestas de los beneficiarios. La dependencia, indicó, promueve la entrega del instrumento prácticamente al parejo que el Inegi levanta la Enigh.

Consideró que hay dos sentidos en la entrega de la cartilla social, uno es positivo, ya que los beneficiarios pueden corroborar los recursos que reciben y aclarar cualquier problema correspondiente a la atención que se les da; por ejemplo si aparece que se les da un servicio, como Liconsa, pero en realidad no lo tienen, puedan reclamarlo.

El otro sentido es que las personas tengan un dato que proporcionar a los encuestadores del Inegi, y esto signifique el cambio de precisión con que se reporta la información y en consecuencia cambie lo que reportan en la Enigh, lo cual podría a su vez cambiar las mediciones de pobreza.

Mencionó en entrevista que la Sedesol tiene que aclarar si así se busca reducir la incidencia de pobreza por ingresos, definir el objetivo de la cartilla y qué previsiones tiene sobre el reporte de la información: no está muy claro qué anima este ejercicio y cómo se ha dado la información a los beneficiarios.

Hace unos días se preguntó al titular de la Sedesol, José Antonio Meade, si con la entrega de la cartilla social se buscaba incidir en la medición de los ingresos de los hogares en la Enigh. Respondió que la intención era rendir cuentas a la ciudadanía. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social –encargado de medir la pobreza– ha señalado que durante 25 años no ha mejorado el ingreso de las familias y por ello no se ha reducido la pobreza.

De la Torre agregó que mientras la Sedesol hizo un esfuerzo por esta cartilla, algo más básico, que se pide desde hace tiempo, el padrón único de beneficiarios, no se realizado. Se avanza en la cartilla, pero no en el padrón.