La quiebra de Oceanografía tendrá que esperar un tiempo más antes de que se concrete. Algunos de los acreedores de la firma presentaron un recurso de apelación de la sentencia del juez federal Felipe Consuelo Soto, rector del concurso mercantil de la naviera, quien el pasado 9 de agosto decretó en primera instancia la quiebra de la compañía.

El expediente del caso será enviado a un tribunal unitario de circuito, que tardará entre cuatro y seis meses en emitir la sentencia definitiva. Oceanografía lleva dos años y medio sumergida en un concurso mercantil, luego de que fue intervenida por el gobierno federal por un presunto fraude millonario contra ­Banamex.

La resolución de Consuelo Soto, juez tercero de distrito en materia civil, que ahora será revisada en segunda instancia, dio por concluida la etapa de conciliación con acreedores, pues se ha excedido por mucho el plazo de un año previsto en la ley.

La quiebra de Oceanografía era inevitable desde el pasado 11 de julio, cuando el magistrado de circuito Armando Cortés Galván revocó el convenio con acreedores que Consuelo Soto había aprobado en dos ocasiones.

Dicho convenio requería financiamiento de emergencia por 76 millones de dólares, cantidad que ningún inversionista aportó.

Sin embargo, no todos los acreedores de la naviera eran partidarios de ese convenio.

Por ejemplo, la naviera estadunidense Otto Candies y Banamex habían pedido al juez Consuelo Soto declarar la quiebra desde diciembre de 2015, pues era evidente que no había capital para reactivar a la empresa, cuyos ingresos dependían casi exclusivamente de contratos con Petróleos Mexicanos (Pemex) Exploración y Producción que ya habían vencido.

Algunas de las deudas más importantes de Oceanografía no fueron reconocidas en el concurso mercantil y, por tanto, no estarán incluidas en la quiebra.

Éstas incluyen un crédito fiscal de casi 18 mil millones de pesos fincado por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y 98.6 por ciento de los más de los más de 7 mil 700 millones de pesos que Banamex afirma haber perdido por sus operaciones de factoraje con la empresa.

En febrero pasado, 39 acreedores de Oceanografía demandaron a Citigroup en Estados Unidos, para reclamar daños y perjuicios de mil 100 millones de dólares por la supuesta colusión del banco con la naviera.