La Cámara de Senadores recibió ayer el dominio de su sede, en Paseo de la Reforma e Insurgentes, después de varios años de un litigio con la empresa encargada de la obra, Grupo Gami, y aunque el edificio tuvo un costo superior a 4 mil millones de pesos, 150 por ciento más del monto inicial autorizado, ayer el presidente de la mesa directiva, Roberto Gil Zuarth (PAN), sostuvo que ‘‘es difícil calcular’’ cuánto se invirtió.

Ante el monto global del gasto, que se previó en mil 699 millones al inicio de la obra en 2007, Gil Zuarth afirmó que el Senado ‘‘se ahorrará’’ 153 millones una vez que el Senado ganó el litigio, principalmente contra Grupo Gami y otros proveedores.

En el acta de entrega-recepción emitida en 2015 por Banobras, donde se abrió el fideicomiso, se justificó que el gasto total se amortizaría en 10 años.

Durante la ceremonia de entrega de la escritura pública, el coordinador del PRI, Emilio Gamboa Patrón, dijo que si bien ‘‘hubo dimes y diretes sobre esta construcción’’, esa cámara necesitaba un nuevo recinto. A la reunión asistió Diego Fernández de Cevallos, quien formó parte del grupo que decidió el gasto para el edificio.