Roma.

Sobrevivientes eran rescatados de entre los escombros la noche de este miércoles, más de 12 horas después de que un terremoto de magnitud de 6.2 que golpeó el centro de Italia y mató al menos a 247 personas y dejó heridas a al menos 368 más. El sismo ocurrió en las primeras horas de este miércoles, a las 3:30 local, cuando la mayoría de los habitantes dormía. El sismo derribó hogares y destrozó los caminos que unían un grupo de localidades, 140 kilómetros al este de Roma. El saldo de muertos se ha elevado continuamente y se prevé que siga ascendiendo.

El primer ministro Matteo Renzi habló desde la capital provincial de Rieti después de visitar a equipos de rescate y grupos de sobrevivientes en la golpeada localidad de Amatrice para luego viajar en avión a otras demolidas ciudades en la vecina región de Le Marche. Afirmó que 120 personas habían muerto.

La ciudad ya no existe, señaló el alcalde de Amatrice Sergio Pirozzi, en el norte de Lazio, que se cree fue una de las áreas más afectadas, donde aún hay muchos habitantes sepultados bajo los escombros y los edificios destruidos.

El terremoto golpeó cerca de las ciudades de Umbría y Norcia, en una zona famosa como destino turístico de verano. El movimiento se sintió en Roma, al igual que en el norte de Bolonia y el extremo sur de Nápoles.

Se cree que los peores daños ocurrieron en las ciudades de Accumoli, Amatrice, Posta y Arquata del Tronto, informó a la agencia Reuters el vocero del departamento de bomberos italiano, Luca Cari.

Equipos de rescate se esforzaban por llegar a un total de 69 poblados en torno a la zona afectada. Pirozzi aseveró que todos tenían como prioridad rescatar sobrevivientes que pudieran estar aún atrapadas bajo los escombros.

Hubo un deslave y un puente colapsó, dijo. Al preguntársele sobre el número de muertos, Pirozzi respondió: Creemos que va a ascender.

El alcalde de Arquata, Aleandro Petrucci, sostuvo que todas las casas se derrumbaron en Pescara del Tronto. “Es un desastre. Estamos tratando de evacuar la aldea y llevar a la gente a un campo deportivo. Acabo de llegar de ahí y siento ganas de llorar. Nunca vi una escena tan apocalíptica, excepto en imágenes del terremoto de L’Aquila en televisión”.

El terremoto ocurrió poco después de las 3:30 de la madrugada local y fue seguido por varias réplicas. Una de ellas, aproximadamente una hora después, fue de 5.5, según datos de autoridades de Geología de Estados Unidos.

El alcalde de Accumoli. Stefano Petrucci, dijo a la cadena RAI de televisión que gran número de edificios están gravemente dañados. Cuatro personas están bajo los escombros, pero no dan señales de vida. Son una pareja y sus dos hijos.

RAI citó a la policía al afirmar que dos personas murieron en la cercana aldea de Pescara del Tronto.

El terremoto afectó un área de densidad relativamente escasa de población en la frontera de las regiones de Umbría, Lazio y Marche y causando daños en todas ellas. Norcia, a unos 10 kilómetros del epicentro, tiene un pintoresco centro histórico que es un popular destino turístico. El alcalde Nicola Alemanno dijo que no hay muertes en Norcia. Las estructuras antisismo de la ciudad resistieron. Hay daños al patrimonio histórico y a los edificios, pero no hubo daños graves.

La oficina de Renzi informó que fueron enviados equipos de rescate a las zonas más dañadas.

La agencia de protección civil indicó que el terremoto fue severo. A pesar de la destrucción de este miércoles, el centro de terremotos en Italia sostuvo que este sismo no fue, por mucho, uno de los más poderosos ocurridos en Europa. Entre los más devastadores en el continente estuvo uno de magnitud 7.8, ocurrido en Nereju Vic en Vrancea, Rumania, en 1940, y otro también de 7.8 en Dúrcal, España, en la región de Andalucía.

Este terremoto fue tan fuerte que parecía que la cama se trasladaba sola por el cuarto con nosotros encima, dijo Linna Mercantini, de Ceselli, Umbría. Olga Urbani, en la cercana aldea de Scheggino, narró: Dios mío, fue espantoso. Las paredes crujieron y los libros se cayeron de sus estantes.

La televisión mostró imágenes de las calles llenas de escombros en numerosas ciudades. Las fachadas de algunos antiguos edificios de piedra se habían colapsado, dejando a la vista las habitaciones. Un residente del poblado de Illica, al norte de la muy afectada Amatrice, se valió de una referencia literaria para describir la escena tras el terremoto. Agostino Severo, originario de Roma afirmó: “Salimos a la piazza y parecía el infierno de Dante. La gente lloraba y pedía auxilio. Los rescatistas llegaron una hora o hasta hora y media más tarde”.

Residentes de Roma, a 179 kilómetros del epicentro, fueron despertados por el sismo, que sacudió los muebles e hizo que el alumbrado se meciera en casi todo el centro de Italia. Se reportaron numerosas réplicas tras el sismo temblor inicial. El último gran movimiento telúrico que azotó Italia y devastó la ciudad de L’Aquila ocurrió en 2009 y en él murieron más de 300 personas.

© The Independent

Traducción: Gabriela Fonseca