Integrantes del Colectivo Solecito Veracruzano (CSV), que buscan a familiares desaparecidos, localizaron otras 14 fosas en un predio al norte del puerto de Veracruz, donde se había descubierto un cementerio clandestino con decenas de restos humanos.

Señalaron que para muchas familias que la cifra de fosas en ese lugar ascienda de 38 a 52, representa una oportunidad para consultar las muestras de ADN que realiza la Policía Científica (PC) en una iglesia de Veracruz, donde había cadáveres enterrados y olvidados desde hace meses o años.

Narraron que algunos familiares de desaparecidos llegaron temerosos, pues nunca han hecho denuncias ante autoridades, pues fueron amenazados; sin embargo ahora quieren saber si entre los restos óseos hallan alguno de sus parientes.

Elizabeth Montalvo Fomperosa, miembro del colectivo, estimó que sólo han recorrido alrededor de cinco hectáreas de ese predio, y aunque la búsqueda es mínima, han encontrado muchos cuerpos en las 52 fosas que han descubierto en dos semanas de trabajo.

De nada sirven sin identidad

“Vinieron muchas personas de varios municipios del estado; otros harán las pruebas en Córdoba (…), de nada nos sirve encontrar restos si no tenemos la certeza de quiénes son, que la búsqueda sea con dignidad y respeto, no queremos encontrar sólo a nuestros hijos, sino también a nuestros compañeros”, comentó.

Aseguró que los restos hallados rebasan al personal de la Fiscalía General del Estado, por lo que pidieron a la PC encargarse de las pruebas.

Érika Lilia Mendoza González afirmó que este fin de semana llegaron más elementos de la PC para agilizar los trabajos en las fosas. A la fecha sólo seis cuerpos han sido estudiados, porque únicamente había dos especialistas.

En una fosa sabemos que hay siete cuerpos que todavía no terminan de procesar, dijo.

Isabel Rocha y María del Carmen Martínez, que buscan desde hace nueve años a su hijos desaparecidos en la carretera Santa Fe, del puerto de Veracruz, confiaron en que puedan hallar los restos de sus vástagos para darles sepultura, pues las autoridades no cooperaron como debieron en las investigaciones.

Durante estos años hemos sido víctimas de amenazas y de extorsiones; sin embargo no buscamos culpables, sólo queremos estar tranquilas y que nuestros hijos descansen en paz, explicó Rocha.