Damasco.

Los bombardeos que Rusia lleva a cabo en Siria desde el 30 de septiembre de 2015, en apoyo del gobierno del presidente sirio Bashar al Assad, han cobrado más vidas que las acciones perpetradas en el país por el yihadista Estado Islámico (EI), denunció este viernes la Red Siria por los Derechos Humanos.

Reveló que hasta finales de julio pasado los ataques aéreos de Moscú dejaron 2 mil 704 civiles fallecidos, incluidos 746 niños y 514 mujeres, así como 28 médicos y 10 activistas.

El Estado Islámico, por su parte, dio muerte a no menos de 2 mil 686 civiles, incluidos 368 niños y 323 mujeres, entre el 9 de abril de 2013 y finales de julio. Las víctimas incluyen 34 médicos y 11 enfermeras, así como 37 activistas.

El pueblo sirio es víctima del terrorismo de grupos medievales y de estados inhumanos, lamentó la Red en un comunicado, en el cual aseveró que el régimen ruso ha aterrorizado y masacrado al pueblo sirio. Además, ha sobrepasado al grupo extremista. Tenemos que ser lo suficientemente valientes para reconocer esta verdad aunque pueda resultar incómodo acusar a estados de terrorismo, apuntó.

Pese a todo, consideró que Moscú podría contribuir imparcialmente con cualquier forma de solución en lugar de posicionarse del lado del régimen sirio, acusado de perpetrar decenas de miles de crímenes contra la humanidad y de guerra contra el pueblo.

La Red proporcionó estos datos luego de que la imagen de Omran Daqneesh, un niño de cinco años sentado en una ambulancia y cubierto de polvo y sangre en la cara, capturó el jueves el horror que vive la sitiada ciudad de Alepo.

El Ministerio de Defensa de Rusia negó responsabilidad en ese ataque. Hemos subrayado que los aviones de la fuerza aérea rusa en Siria no atacan objetivos en zonas habitadas y que son los rebeldes quienes bombardean áreas urbanas para hacer fracasar los esfuerzos humanitarios”, aseveró el portavoz Igor Konashenkov.

Como Omran, los niños sirios se han convertido por su vulnerabilidad en la mayoría de las víctimas de la guerra. Unos 3.7 millones, uno de cada tres, nacieron después de que se inició el conflicto, en marzo de 2011, y crecieron en un contexto de violencia, miedo y desarraigo, destacó en marzo pasado un informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia. En total, la guerra afecta a 8.4 millones de niños, más de 80 por ciento del total, ya sea en Siria o exiliados.

Según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, más de 14 mil 700 niños han muerto desde 2011. Hasta el 8 de agosto de 2016, la mayoría en bombardeos. Decenas más han fallecido por hambre o falta de medicamentos, y otros en ataques con gas.

En Alepo, ciudad clave en el conflicto y dividida entre el gobierno y los rebeldes desde 2012, los niños representan 35 por ciento de las víctimas, precisó Save the Children.

Mientras, la Media Luna Roja anunció que desalojó a 36 personas, entre ellas 13 niños enfermos, de Madaya, ciudad cercana a Damasco, así como de las aldeas de Fua y Kafraya, en la provincia de Idleb, para recibir tratamiento médico en la capital siria.

Las autoridades kurdas sirias también evacuaron a miles de civiles de Hasaka, en el segundo día de bombardeos del gobierno.