La calidad de los servicios médicos y la garantía de que los pacientes reciban la mejor atención posible en cualquier lugar del país es un asunto pendiente desde hace varios años y es reconocido por las autoridades del sector. Para resolverlo, el titular del Poder Ejecutivo propuso la creación de la Comisión Federal para la Regulación y Vigilancia de los Establecimientos y Servicios de Atención Médica. Sin embargo, de ser aprobada por el Congreso de la Unión, no contará con ningún recurso económico, humano ni físico adicional.

Operará con lo que actualmente existe, es decir, 50 personas a escala nacional adscritas a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que se encargan de visitar establecimientos públicos y privados a fin de verificar que cumplen la regulación sanitaria (licencias, equipos e instalaciones).

Las deficiencias de calidad y las carencias en los servicios médicos se hicieron evidentes con las mujeres que en Chiapas y Oaxaca, entre otros estados, dieron a luz en los patios y áreas de acceso a los hospitales, así como con el número creciente de denuncias por negligencia médica en establecimientos que ofrecen servicios de cirugía estética.

En el país existen alrededor de 24 mil unidades médicas del sector público y poco más de 3 mil del privado, los que, a causa de sucesos como los mencionados, han sido objeto de mayor vigilancia.

Consultado sobre el tema, el secretario de Salud, José Narro Robles, señaló que la dependencia a su cargo tiene necesidades presupuestales y de recursos humanos, pero, en general, el de las finanzas públicas es un tema del país y el mundo. Sin embargo, en el sector hay capacidad para dar mejor uso a los recursos disponibles.

Podemos encontrar fórmulas para tener más personal y echar a andar la nueva comisión, si se aprueba en el Congreso la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto. Sí podemos empezar y hay que hacerlo, porque no basta la cobertura. La salud no es sólo asunto cuantitativo, es sustancialmente de calidad y se debe garantizar, puntualizó.

El titular de la Cofepris, Julio Sánchez y Tépoz, informó que mientras en 2012 se efectuaron 298 visitas de verificación, entre 2013 y lo que va de 2016 se han realizado más de 2 mil. El organismo tiene la meta de aumentar 30 por ciento las inspecciones.

También los consultorios médicos privados, en particular los que se encuentran al lado de una farmacia, son supervisados, sobre todo luego de que la Cofepris determinó el año pasado que deberían cumplir algunos procedimientos clínicos de seguimiento a la situación de salud de sus pacientes. En los pasados tres años se visitaron 7 mil 500 de estos negocios, 124 de los cuales fueron suspendidos, indicó el funcionario.

Las cifras son alentadoras, pero insuficientes, señalaron trabajadores de salud consultados –quienes pidieron mantener su identidad bajo reserva–, según los cuales existen deficiencias severas en las instituciones públicas que de plano impiden prestar servicios de calidad. De nada sirve que los enfermos lleguen a hospitales que dicen tener los mejores equipos, si no funcionan y su reparación puede tardar semanas o meses, o si no hay medicamentos. El paracetamol es, a veces, lo único que se les puede ofrecer, aseguraron.

El pasado 28 de abril el presidente Enrique Peña Nieto envió al Poder Legislativo un paquete de iniciativas, entre ellas la que propone crear la mencionada comisión. En la exposición de motivos se explica que no se prevé la creación de nuevas estructuras orgánicas que impliquen mayor gasto y cualquier erogación se cubrirá con los recursos de la Secretaría de Salud (Ssa), por lo que no se incrementará su presupuesto regularizable.

Sánchez y Tépoz señaló que la salida de los 50 trabajadores no tiene ninguna complicación, salvo que la Cofepris dejará de contar con ese apoyo pues, además de las visitas a unidades médicas, también se hace cargo de otras inspecciones, como las que se realizan a laboratorios farmacéuticos. En entrevista, el funcionario reconoció la importancia de la nueva comisión, que sería un organismo desconcentrado de la Ssa, por la existencia de quejas que ahora no hay dónde plantearlas ni cómo asegurar que se cumplen protocolos médicos.

Explicó que además de los 50 trabajadores de Cofepris, están los recursos humanos que asignan las entidades a las tareas de vigilancia, aunque apenas en la mitad de ellos existen comisiones estatales de protección contra riesgos sanitarios. En la otra mitad son áreas que dependen de las subsecretarías de Regulación Sanitaria.