l empresario Ricardo Pierdant declaró a Univisión que tiene una empresa que produce artículos promocionales y que uno de sus clientes fue el Partido Revolucionario Institucional. Es muy sugerente ese rubro, pues es práctica común en campañas electorales que compañías amigas provean de facturas a modo a los políticos necesitados de ajustar cuentas con documentación sobre pedido. Grandes fortunas se han armado a partir del manejo en confianza de papelería con valor fiscal, a veces para justificar gastos y erogaciones ficticias (con ganancias para los vencedores) y a veces para ocultar o disfrazar excesos en el manejo de ese tipo de productos.

Pero, a pesar de esa condición sugerente, aún no se ha demostrado que el citado Pierdant haya sido contratista o proveedor de los gobiernos federal o del estado de México (durante administraciones encabezadas por Enrique Peña Nieto), condición básica para hablar de un conflicto de intereses. Tampoco son transferibles en automático, para acreditar el mencionado conflicto, las circunstancias de un consanguíneo, en este caso la hermana Aurora, de quien se han difundido las fichas que la muestran como empleada federal que fue inhabilitada en un contexto de manejos administrativos punibles, luego proveedora de servicios al gobierno federal en términos económicos inusuales, cuando menos en un contrato, y gestora de negocios con Pemex ya en tiempos del peñismo. Pero, guste o no, y envuelto todo en un mar de especulaciones, el estatus que conserva el citado Ricardo Pierdant sigue siendo el de potencial infractor que, en todo caso, debe justificar por qué pagó los impuestos del departamento de Angélica Rivera Hurtado en un muy lujoso edificio en Miami.

De la razón por la cual ha prestado ese inmueble a la esposa de Peña Nieto, simplemente se ha refugiado en el rotundo derecho del dueño de un bien para hacer con él lo que legalmente desee, incluyendo ese tipo de préstamos. También ha reconocido que acompañó a Peña Nieto a China, pero cuando éste era gobernador del estado de México. Del pago de impuestos al departamento de Rivera Hurtado, ha dicho que no efectuó tal pago y, al conocer el testimonio oficial de que sí se hizo tal erogación, dijo que consultaría con su contador, pero no ha dado más información.

A pesar de que, jurídica y periodísticamente, no se han podido documentar los actos que permitirían hablar de conflicto de intereses, resulta evidente una cercanía en términos personales con Peña Nieto y, cuando menos, una relación comercial con el partido del que el mexiquense ha sido virtual jefe nacional desde que era candidato a la Presidencia de la República (aunque no se sabe la fecha, la cuantía ni los clientes específicos del priísmo con los cuales realizó operaciones Pierdant). Tampoco es menor el dato aportado por Univisión de que Pierdant compró con 2 millones de dólares en efectivo el departamento que ahora presta a Rivera Hurtado, y que esa maniobra monetaria aparatosa la realizó mientras en otra parte de Estados Unidos le embargaban otra propiedad por problemas económicos.

Las cuentas claras y las amistades largas. Como somos amigos, yo no le pido ningún favor, ha declarado el empresario, quien dice tener amistad desde los 18 años con el ahora ocupante de la silla presidencial. ¿Creíble esa postura empresarial, casi monástica, en el muy pervertido mundo de los políticos que hoy están en el poder para hacer negocios? ¿Desaprovechar una oportunidad única (el amigo llegado a la cumbre generosa) y no hacer negocios, no triangular, facturar, y los demás etcéteras de corrupción que corresponden a la más acendrada tradición cultural, que diría el mismo Peña Nieto? ¿Ave de blanco plumaje empresarial que no se ha manchado al cruzar por el pantano de la voracidad presupuestal tan manifiesta? Difícil de creer. Pero, hasta ahora, todo esto no da más que para conjeturas, mientras en Los Pinos toman nota de que en estos días ha sido aplastante la presunción generalizada de que en el caso de los departamentos de Ocean Tower One, como en otros hechos similares, el tufo a corrupción es enorme, lo que ha ido agravando la ya inocultable irritación social, muy focalizada en la pareja de más alto nivel en la estructura gubernamental, asidua viajera en 2010 y 2011 a Miami.

Astillas

“Andrés Manuel que no ande de bocón, porque también a él le va a tocar (…) anda como Donald Trump, de bocón, diciendo que va a resolver el conflicto magisterial en un día”: magistrales palabras del siempre verbalmente recatado Vicente Fox, nunca bocón, quien hace 16 años prometía resolver en 15 minutos el problema de Chiapas…

Los mexicanos tienen opiniones divididas sobre muchos temas: las Águilas o las Chivas, las tortillas de maíz o las de harina, el Santo o el Blue Demon, Luis Miguel o Alejandro Fernández, senadores o diputados: tentativa de cátedra de la embajadora estadunidense Roberta Jacobson, ya muy conocedora de la realidad mexicana y sus dilemas existenciales, entre los cuales no incluyó el de intervencionismo o soberanía…

Las represalias por no regalar 15 millones de dólares ahí están, tuiteó ayer Alfredo Castillo ( @ACC_Castillo ), luego que a una dupla de clavadistas (del deporte, se habla, no de política) les fue prohibido realizar un nuevo intento, pues habían fallado a causa, se alegó, de un encendido de luces a la hora de ejecutar su salto sincronizado. Quien fue comisionado federal para Michoacán, y ahora lo es para el deporte, se lanzó contra la Federación Internacional de Natación, a la que México no quiso pagar 15 millones de dólares en compensación por no organizar el Mundial de Natación 2017. Otros tuiteros restregaron a Castillo los pésimos resultados que se han obtenido en los Juegos Olímpicos de Brasil…

Y, mientras avanza el proceso para gastar mil cien millones de pesos (cuando menos) en una nueva sede del Instituto Nacional Electoral (ayer se anotaron 12 empresas como aspirantes a ganar la licitación para construirlo), ¡hasta mañana!

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