Río de Janeiro.

La sangre que le cayó de la nariz durante kilómetros, el sudor de haberse convertido por tercera vez en campeona olímpica casi a sus 43 años y las lágrimas de poder celebrarlo en Río 2016 hicieron de la victoria de la ciclista estadunidense Kristin Armstrong una historia épica.

La atleta, quien este jueves cumple 43 años, fue la gran protagonista de la prueba contrarreloj de ciclismo en ruta en la playa de Pontal, al oeste de esta ciudad. Con tiempo de 44.26.42 minutos logró defender la medalla de oro que ganó en Pekín 2008 y Londres 2012.

La rusa Olga Zabelinskaya se colgó la plata, al tiempo que la holandesa Anna van der Breggen se quedó con el bronce, después de haber ganado el domingo el título en la prueba de ruta.

Con tres áureas, Armstrong se convirtió en la máxima ganadora de preseas de oro de la especialidad en la historia de los juegos, por encima de la holandesa Leontien Zijlaard Van Moorsel (2000, 2004) y del ruso Viacheslav Ekimov (2000, 2004).

No tengo palabras para describir cómo me siento. Cuando ya llegaste a la cima de tu carrera en dos ocasiones, te preguntas: ¿por qué arriesgarse otra vez a ganar una medalla de oro? La mejor respuesta que puedo dar es que yo podía hacerlo posible, dijo.

La gloria conseguida remite a una epopeya: la multimedallista sufrió sangrado de nariz en los casi 30 kilómetros del trayecto, al tiempo que la lluvia alimentó la imagen del sacrificio.

Precisamente, sacrificio es el término que marcó su carrera a lo largo de casi 20 años en el ciclismo. Desde que participó en el Ironman de Hawai 1999 o cuando decidió abandonar las carreras en 2000, después de que le diagnosticaron artritis ósea, hasta la rotura de una vértebra durante el Tour Exegy 2011.

De hecho, la competencia de ayer no fue la excepción. En los últimos 10 kilómetros, ya cuando la lluvia le pegaba en la cara y ella sólo podía respirar por la boca, debido al sangrado nasal, Armstrong defendió su corona por cinco segundos sobre la rusa. Tras la victoria cruzó las barreras que separaban la pista del público para celebrar con su hijo Lucas.

En la prueba varonil, el suizo Fabian Cancellara, de 35 años, dio un cierre de lujo a sus 16 años en el ciclismo al obtener el título, mientras el británico Chris Froome, campeón del Tour de Francia, fue tercero.

Cancellara, monarca olímpico en Pekín 2008 y quien anunció su retiro para el final de la temporada, culminó los 54.5 kilómetros de la prueba en 1:12.15 horas, delante del holandés Tom Dumoulin (+47.41) y de Froome (+1.02.12).