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Salón Palacio

Donald Trump es un hijo de puta fascista: Guillermo Gómez Peña

E

ste jueves 11 de agosto, el iconoclasta y blasfemo performancero Guillermo Gómez Peña intervendrá las instalaciones del Museo de Arte Moderno con un trabajo que promete ser incendiario, acompañado con su banda de artistas La Pocha Nostra. A continuación algunas opiniones compartidas por el chica/lango Gómez Peña.

chilango en proceso de chicanoización

Para explicar el mote de chica/lango, el performancero dijo: “Empecé a visitar gringolandia desde niño. Tenía mucha familia por allá. A los 22 años me fui a seguirle las huellas a mi familia perdida y a estudiar arte a Los Ángeles. Desde entonces, California ha sido mi base de operaciones y transgresiones. A veces pienso que en realidad vivo en un triángulo de las Bermudas personal, cuyos vertices son San Francisco, el DF y donde me encuentre. La mitad de mi vida me la paso de gira. Soy nómada, coyote, cruzador de fronteras peligrosas. Así me gusta vivir. Soy más bien un chica/lango, o sea un chilango en proceso avanzado de chicanoización.

Los 45 millones de mexicanos que vivimos fuera de México, muchos exiliados laborales, otros prófugos de la violenia, ya somos una nación flotante. Somos parte del mentado tercer mundo dentro del primer mundo, los cabrones que tanto odia Trump.

El tema Donald Trump ensució parte de la alegre charla, Gómez Peña comentó al respecto: “Además de concordar con la mayoría de los chicanos y los negros de que es un hijo de puta fascista, para mí el pendejo es un disque performancero hard core representando una caricatura de los peores estereotipos que los progresistas tenemos de la extrema derecha anglosajona; una caricatura del ugly American de los años 50; exhibicionista, racista, misógino; y encima con delirio de grandeza; se siente la nalga derecha de Musolini. Por eso lo apoya el KKK. La bronca es que sus proclamas y su conducta desquiciadas están azusando a los sectores más extremos de la sociedad, e invitándolos a cometer crímenes motivados por el odio racial, de género o religioso. Sería como tener aquí en México al director del Yunque como candidato presidencial”.

Un cuerpo rasurado y perforado con 43 agujas

Sobre el performance que realizará este jueves en el Museo de Arte Moderno explicó: “Es parte de mi proceso de regresar. Hablo de un regreso metafísico y cultural, de reinventarme como artista nacional; de generar obra desde acá, desde el sur, pensada para públicos del sur de la frontera. Y claro, siempre regreso acompañado de mi flota performática. En este caso con Balitrónica, mi compañera, Saul García-López, codirector de La Pocha Nostra, y Naylon Altamirano, performera y curadora chilango/texana. También se integran al equipo de trabajo el diyéi Ricardiaco y el maracame Gerardo Juárez, de Iztacalco. Es un equipo muy pesado. Ex-machina 3.0 es una extraña recreación de uno de mis performances clásicos de principios de siglo. La serie se titulaba Mapa-corpo. La imagen central consiste en un cuerpo ciborg desnudo y rasurado (en este caso sera Balitrónica) cubierto por 43 agujas de acupuntura que ostentan banderas con logos de las compañías multinacionales más insidiosas que afectan la economía y la cultura de México. Entre estos logos, claro, también están algunos partidos políticos y cárteles del crimen organizado que consideramos cómplices de la gran crisis. Luego retamos al público a tomar parte en la acción metafórica de extraer las banderas en un acto colectivo sicomágico de activismo, imaginación y compasión radical. Suena medio new age, pero la neta esta fuerte la imagen. También tenemos otras imágenes vivientes. Saúl desnudo se inserta en el cuerpo abierto de un puerco de rastro y trabaja imágenes muy potentes sobre la cultura de la violencia.”

La Pocha Nostra en el Cervantino

Gómez Peña adelantó en qué consistirá su participación en el Festival Cervantino: “Regreso a Guanajuato con varios miembros de La Pocha Nostra para continuar mi proyecto Posnacional, que consiste en una serie de rencuentros entre artistas nacionales y posnacionales. Sucede cada dos meses en distintas ciudades de la República, estados que son emisores de migración a gringolandia.

Me interesa saber qué sucede si juntamos a artistas experimentales de ambos lados de la frontera y de tres generaciones a colaborar intensamente por dos semanas, comparando nuestras propuestas estéticas e intereses políticos, nuestras nociones de identidad. ¿Acaso es posible crear espacios comunes de coexistencia y colaboración a través del performance?

La convocatoria para los mexicanos interesados en trabajar con La Pocha en Guanajuato está abierta. Hay 10 becas disponibles. El link es: https://www.facebook.com/events/1721627398092181/.