Miércoles 10 de agosto de 2016, p. a10
Jerusalén.
Una colección de manuscritos del escritor Franz Kafka (1883-1924) serán definitivamente transferidos a la Biblioteca Nacional de Israel, según resolvió la Corte Suprema en última instancia en Jerusalén, poniendo fin a años de una extensa batalla legal, reportó el diario Haaretz.
La israelí Eva Hoffe fracasó de esta manera en su tercer intento de demostrar que ella y sus sobrinas son las herederas legítimas del costoso legado del escritor Max Brod.
Antes de morir, en 1924, Kafka pidió a su amigo Brod que quemara sus escritos inéditos, pero éste no le hizo caso y los publicó, lo que le valió fama mundial al escritor nacido en Praga y muerto a los 40 años de tuberculosis.
Al huir de Praga debido al avance del nacionalsocialismo alemán, Brod se llevó en 1939 en una maleta las obras de Franz Kafka. Al morir Brod, en 1968, el legado pasó a manos de su antigua secretaria, Esther Hoffe, quien vendió parte de los textos, entre otros el manuscrito de El proceso, por unos dos millones de dólares.