Emplazan al gobierno federal a retirar subsidios y beneficios a grandes empresas
En México se ha dejado de garantizar educación, empleo, justicia y paz social, destacan
Martes 9 de agosto de 2016, p. 3
Los dirigentes de las cuatro agrupaciones que integran el Frente Auténtico del Campo (FAC) emplazaron al gobierno federal a construir un nuevo pacto social para terminar con la dependencia alimentaria, proteger a los ejidos y comunidades, eliminar los subsidios y beneficios a las grandes empresas nacionales, trasnacionales y monopolios que concentran la producción y comercialización de los productos.
Ese nuevo pacto, dijeron, tiene por objetivo cumplir con el mandato constitucional del derecho a la alimentación, así como eliminar el hambre y la pobreza rural. ‘‘México atraviesa por uno de sus peores momentos, con una crisis que abarca los ámbitos económico, político y social, una creciente desigualdad y pobreza. El gobierno ha dejado de garantizar educación, empleo, justicia y paz social’’.
En el contexto del 137 aniversario del natalicio de Emiliano Zapata, decenas de miles de campesinos arribaron al mediodía al Zócalo capitalino tras marchar desde la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco; monumento a Lázaro Cárdenas, en el Eje Central; el Ángel de la Independencia, y el Monumento a la Revolución. Según los organizadores fueron 125 mil; la policía capitalina estimó la cifra en 50 mil.
Volvieron 10 años después
Luego de poco más de una década de que el movimiento campesino no arribaba al Zócalo, ayer miles de labriegos provenientes de varios estados enarbolaron las banderas de sus respectivas organizaciones en tan disputado sitio.
Sus dirigentes advirtieron que el Estado rompió el pacto social que nació en la Constitución de 1917, e implantó una política neoliberal cuyos resultados se reflejan en la importación de 45 por ciento de los alimentos que se consumen en el país; en la aplicación de una política rural en beneficio de los grandes agroempresarios y trasnacionales, además de la ausencia del crédito para más de 4 millones de pequeños productores.
A la concentración acudieron como invitados el secretario de Agricultura, José Calzada; el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera; Ramón Cardona, de la Federación Sindical Mundial; los dirigentes de las secciones 7 de Chiapas, 14 de Guerrero, 9 de la Ciudad de México y 18 de Michoacán, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
También, los líderes de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, Álvaro López Ríos; de la Coalición de Organizaciones Democráticas, Urbanas y Campesinas, Marco Antonio Ortiz; de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos, Federico Ovalle, y del Movimiento Social por la Tierra, Francisco Chew, quienes manifestaron su respaldo al magisterio democrático que demanda de la derogación de la reforma educativa.
‘‘Exigimos el rescate y el fortalecimiento de las escuelas rurales, desde el nivel básico al superior’’, dijeron. A las cúpulas empresariales les advirtieron: ‘‘Serenen sus ánimos; sabemos de qué lado están y a quiénes sirven’’. A los políticos les recordaron que ‘‘la corrupción y las complicidades están a punto de convertir al país en un Estado fallido, que está rebasado por la violencia creciente’’.
Incluyeron al presidente Enrique Peña Nieto, a quien dijeron que ‘‘el autismo del gobierno’’ y las reformas ‘‘nos han afectado; los pequeños productores están en quiebra’’. A la sociedad en su conjunto le hicieron un llamado para que haga a un lado la pasividad y la indolencia; por ello ‘‘no hemos mandado a la chingada a los malos gobernantes ni a los políticos corruptos’’.
El titular de la Secretaría de Agricultura, José Calzada, aceptó que el gobierno tiene una deuda histórica con el campo: ‘‘Sabemos el origen de sus demandas y necesidades’’, dijo.
Al término del mitin, los campesinos iniciaron un plantón en las inmediaciones de la Secretaría de Gobernación; hasta el cierre de la edición no tenían respuesta a su solicitud de instalar una mesa de negociación.