Economía
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Pensar más a largo plazo, piden a empresas los inversionistas
 
Periódico La Jornada
Martes 9 de agosto de 2016, p. 24

Nueva York.

Desacelerar el ritmo del mundo financiero: ese es el objetivo de una alianza de influyentes empresarios y grandes inversionistas en Estados Unidos que pide que las compañías y los inversionistas piensen más a largo plazo.

Después del llamamiento hecho por la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton, ahora también 13 de las mayores figuras de la economía estadunidense –entre ellas Warren Buffett; la jefa de General-Motors, Mary Barra, y el jefe de JP Morgan, Jamie Dimon– dudan de la utilidad de dar a conocer cifras trimestrales, lo que no hace más que inquietar a los mercados.

Nuestros mercados financieros están demasiado tomados por los pronósticos de las ganancias trimestrales, afirma un comunicado difundido recientemente en diarios estadunidenses e Internet destinado a mejorar la conducción de las empresas.

Celeridad ante todo

La propuesta es que las empresas se pregunten antes de difundir sus cifras trimestrales y sus perspectivas de negocios, si el foco en objetivos a corto plazo no tiene más riesgos que ventajas.

El trasfondo: una vez cada tres meses, las empresas que cotizan en bolsa permiten echar un vistazo a sus finanzas. Quien lee las páginas de economía de los diarios en la temporada de informes, conoce el procedimiento: los analistas de mercado anuncian antes sus pronósticos en relación a los resultados y, dependiendo de si las empresas los superan o no cumplen con ellos, cae o aumenta el valor de sus acciones. Los agentes bursátiles siguen con cien ojos los pronósticos que las cúpulas directivas dan a conocer para el próximo periodo comercial.

Las empresas serán medidas luego con base en estas cifras tres meses después. Esto genera un circuito de expectativas a corto plazo que pocos jefes se pueden permitir no cumplir durante mucho tiempo. Por eso, los responsables tienden a poner en primer plano el crecimiento rápido, más que el sostenido. El fenómeno también se ve promovido por el hecho de que las juntas directivas obtienen opciones sobre acciones como forma de participación en las ganancias. De esta manera se promueve el aumento de las cotizaciones a corto plazo antes que la estabilidad duradera.

Cuando el único objetivo es cumplir con las expectativas de Wall Street, la economía puede estar en problemas. Esto es así cuando, por ejemplo, sufren las inversiones en investigación y desarrollo, consideradas clave para obtener motores económicos duraderos.