La modificación de la reforma educativa es tema prioritario para el grupo parlamentario del PRD en el Senado y, por ello, durante su reunión plenaria, previa al próximo periodo ordinario de sesiones de septiembre, invitó a los dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) a fin de discutir los cambios y ajustes necesarios a esa legislación.

Vamos por la reforma de la reforma educativa, recalcó el coordinador Miguel Barbosa. Dijo que preparan con expertos una propuesta que discutirán con el magisterio disidente, al que no se le tomó en cuenta durante la aprobación del paquete de modificaciones constitucionales y legales.

Ha habido una grave omisión del gobierno federal en relación con el modelo educativo y es no haber consultado a los maestros, sino imponerles un conjunto de normas que afectaron sus derechos laborales, expuso a su vez la senadora Dolores Padierna.

Recordó que la reforma educativa ni siquiera se originó y discutió en el Congreso. Se acordó en el llamado Pacto por México, fuera del ámbito legislativo, e insistió en que invitaron ya a la CNTE a la plenaria del PRD –que se llevará a cabo el 23 y 24 de este mes– en las instalaciones senatoriales, a fin de discutir a fondo los cambios legislativos requeridos y las demás peticiones del magisterio disidente.

El senador Alejandro Encinas comentó que se requiere una revisión integral a la reforma, para encontrar cuáles son los puntos más débiles que la han llevado al fracaso. Ubicó dos puntos centrales que deben analizarse conjuntamente con la CNTE. El primero, la necesidad de dar autonomía real al Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), que ahora está subordinado al gobierno federal.

Resaltó que el organismo tiene a su cargo la evaluación, pero sólo emite lineamientos, porque los parámetros de evaluación los establece la Secretaría de Educación Pública (SEP) y quienes implementan la evaluación son las autoridades educativas en los estados. Estas últimas emiten la convocatoria, escogen a los evaluadores, los capacitan y al final de cuentas aplican la evaluación y ellos mismos asignan las plazas.

El segundo tema que se debe corregir, explicó, es el de la evaluación en su conjunto, porque en la reforma es sólo un instrumento punitivo contra los maestros, para someterlos a control. Una verdadera evaluación debiera primero valorar al sistema educativo en su conjunto.

Encinas recalcó que debe ser una evaluación diferenciada, respecto de las condiciones económicas y de desarrollo regional, y posteriormente examinar a los maestros, pero contando con instrumentos de capacitación y actualización permanentes, conforme a condiciones particulares.