n el contexto de las actividades del consejo consultivo del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y tras haberse encontrado 10 cuerpos calcinados en el municipio de Cuitzeo, Michoacán, el gobernador del estado, Silvano Aureoles, declaró que las investigaciones apuntaban al presidente municipal de Álvaro Obregón, Juan Carlos Arreygue Núñez, como probable responsable de los asesinatos. Además, atacó a este funcionario por sus presuntos vínculos con organizaciones de delincuencia.
Dijo que por eso el PRD retiró la precandidatura de esta persona en el proceso electoral de 2015, pese a lo cual, aseveró, el Partido del Trabajo (PT) lo acogió como postulante y ganó la elección. En realidad, otro partido local también lo tomó como candidato.
La verdadera razón de que el PRD retirara esa candidatura y el aspirante se separara de ese partido fueron conflictos dentro del mismo.
El que sería autoridad local, Arreygue Núñez, presentó en tiempo y forma toda la documentación necesaria, además de una carta de no antecedentes penales expedida por la Procuraduría General de Justicia del Estado. En general, todo el proceso electoral fue legalizado, incluso la personalidad del entonces candidato.
Según las leyes, el gobernador y sus sucesores debieron haber denunciado los delitos ante las autoridades correspondientes, lo cual no hicieron. Pero emitieron declaraciones públicas con esas acusaciones.
Lo anterior es también parte de la información que la dirección del PT dio a la prensa el jueves 4 de agosto de 2016. Y en ese informe también expresó que estos problemas no son sólo de Michoacán, sino de todo el país. Y claro, matanzas como ésa se han dado una y otra vez en diferentes estados. También acusaciones a la ligera. Y una de las deducciones finales, ya fuera del micrófono, fue que era importante que se llegara a la unidad de la izquierda, y que incidentes como éstos no la estorbaran.
Debemos ver claro que ataques de un gobernador del PRD y sus subordinados a un partido de la misma tendencia, como el PT, a la vez que el sol azteca anda de abracho-becho con la derecha representada por Acción Nacional (PAN), dificultan la necesaria unidad de la izquierda.
La experiencia ya mostró que la decadencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI), como la que se da actualmente, sólo había conducido a gobiernos del PAN, que no sólo no resolvieron, sino que hicieron nuevas entregas a las trasnacionales y a las fuerzas derechistas. Y luego, ahora, padecemos otra vez con un PRI, pero en varios sentidos a la derecha del PAN. Y con la izquierda dividida como está, eso puede suceder de nuevo: PRI-PAN-PRI-PAN.
El PRD debería notar que tiene todavía muchos mexicanos que lo siguen, y que es su responsabilidad si va a orientarlos a la alianza con el PAN y la derecha o con la izquierda. Todos fueron educados originalmente hacia la izquierda, ¿cuántos se van a plegar a esta traición?
Ayer, en la página 9 de este mismo periódico, una corriente del PRD, Alternativa Democrática Nacional
(ADN), señala que la causa del declive del PRD en la pérdida de identidad se agravó por la insistencia en las alianzas con el PAN, lo que afianzó la percepción de que el PRD se corría hacia la derecha del espectro político-ideológico
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Las alianzas que ha habido entre el PRD y el PAN son venenosas; han reducido al sol azteca de manera importante, junto a la política que las acompaña, sus votos y su prestigio en la izquierda. Dentro del PRD se han expresado repetidas veces corrientes contrarias a esas alianzas con la derecha. Me consta que por lo menos en un municipio del estado de México tienen el apoyo popular y respetan la política ofrecida. Las expresiones dentro de ese partido en favor de esas alianzas se basan en el mito de que con eso se ganarán votos y elecciones. En una palabra, huesos. La experiencia ha mostrado que ni ese mezquino premio
en huesos se ha aumentado en relación con el pasado, sino lo contrario.
Si además del acercamiento con la derecha, el PRD permite que un gobernador de su partido ataque a otro partido de izquierda, el PT, y quién sabe si luego a otras instituciones políticas de izquierda, estará dando más pasos… hacia la tumba.