Sábado 6 de agosto de 2016, p. 17
Ginebra.
Una célula del Estado Islámico (EI) capturó este viernes a 3 mil personas al norte de Irak y mató a por lo menos 12, informó el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Al parecer, los desplazados habían huido de los combates en sus zonas residenciales en la provincia de Kirkuk y buscaban refugio en la ciudad homónima.
Según el Acnur, casi 3.4 millones de personas han sido desplazadas de sus hogares en Irak desde enero de 2014, a causa de los enfrentamientos.
El Acnur denunció la falta de recursos financieros para entregar ayuda humanitaria a la población afectada.
De los 584 millones de dólares que la organización solicitó para este año con el fin de asistir a refugiados y desplazados en Irak, únicamente ha recibido 37 por ciento.
Kirkuk es el centro de la industria petrolera iraquí. Las zonas sur y oeste de la ciudad se encuentran desde junio de 2014 en poder del EI, de acuerdo con los activistas.
Hace dos semanas las fuerzas de seguridad iraquíes empezaron a cercar el área y a atacar al Estado Islámico.
Los habitantes, usados como escudos humanos
Testigos contaron cómo el grupo yihadista utiliza a los habitantes como escudos humanos y cómo muchas personas han perdido la vida por falta de comida, agua y medicamentos.
Funcionarios confirmaron este viernes que el EI ejecutó a habitantes que intentaban huir de la región de Al Hawiya, la cual figura entre los últimos bastiones del grupo yihadista. En días recientes, cientos de civiles han escapado de esa zona, ubicada al oeste de Kirkuk, que está bajo control kurdo.
Nuestras tropas acogieron a 600 personas el jueves
, indicó un general de brigada de las fuerzas kurdas. Nos dijeron que Daesh tomó a cientos de familias como rehenes y ejecutó a jóvenes que intentaron huir
, agregó el militar.
Un coronel de la policía confirmó que combatientes del EI asesinaron a varias personas que huían de la región.
En Siria, los yihadistas lanzaron este viernes un importante ataque contra una academia militar al sur de Alepo, con el objetivo de romper el asedio impuesto por el gobierno sirio a barrios insurgentes de esta ciudad, que resultó en al menos 13 muertos, entre ellos niños.