Río de Janeiro. El uruguayo Pablo Cuevas describió la diferencia entre el espíritu fraterno de unos Juegos Olímpicos y el ambiente en el tenis profesional. Esto es totalmente distinto: en el ciruito somos todos unos amargos, dijo el jugador previo a su debut. Acá en la Villa (olímpica) te encuentras con los que juegan tenis y parece que son tus hermanos. Te saludas desde 25 metros. En los torneos te los cruzas y no te saludan. Cuevas, número 21 de la clasificación mundial, se medirá este sábado ante Nikoloz Basilashvili, de Georgia (109). El charrúa se ilusiona con una medalla, pero otro desafío que lo desvela es conseguir entradas para ver al velocista Usain Bolt y al nadador Michael Phelps.