La modificación de microbiota (comunidad de microorganismos vivos residentes en el tubo digestivo) tiene una estrecha relación con el desarrollo de alergias, señaló el alergólogo-infectólogo Gerardo López, del Instituto Nacional de Pediatría.

Al participar en la 17 Asamblea Mexicana de Pediatría, organizada por la Asociación Mexicana de Pediatría, el experto explicó que tenemos bacterias que coexisten con nosotros y pueden protegernos de gérmenes patógenos. Cuando transgredimos nuestro organismo con la dieta; los factores oxidativos, como la contaminación, y el exceso de medicamentos, como antibióticos o antiácidos, podemos cambiar la microbiota normal y producir la aparición de gérmenes que no son comensales (son agresivos), que por diversas vías metabólicas generarán elementos que permitirán que esa persona se convierta en alérgica.

Detalló que la alergia es una enfermedad sistémica, es decir, no sólo afecta a un órgano, como la nariz, los bronquios o la piel, sino que se caracteriza por una reacción exagerada a una sustancia determinada en el ambiente.

Explicó que el equilibrio que existe en el organismo gracias a gérmenes protectores como los de la flora intestinal permite que podamos tolerar cualquier sustancia que llegue, pero cuando esos gérmenes desaparecen se favorece que esa tolerancia se rompa, y entonces se genera la respuesta exagerada conocida como alergia.

El director de Asistencia Pediátrica Integral señaló que algunos productos que modifican la microbiota y producen lo que se conoce como disbiosis intestinal son “leche en exceso; mucho pan, carbohidratos y harinas, así como alimentos industrializados y carnes de animales artificialmente engordados; el uso excesivo de antibióticos en la ganadería y de fertilizantes.