El documental Janis: chica azul, de Amy Berg, llegará a 62 pantallas de Cinépolis Contenido Alternativo del 12 al 18 de agosto. El filme sintetiza los nueve años de carrera musical de esta artista del blues que le bastaron para convertirse en mito de la historia del rock.

La película narra la vida paradójica de Janis y podrá verse en Acapulco, Aguascalientes, Cancún, Ciudad Juárez, Celaya, Chihuahua, Cuernavaca, Culiacán, Ciudad de México y Área Metropolitana, Durango, Guadalajara, Hermosillo, Irapuato, La Paz, León, Mérida, Mexicali, Monterrey, Morelia y Oaxaca.

Contiene entrevistas en audio con antiguos miembros de su banda, además de lecturas de las cartas de Janis a sus padres. Ofrece una nueva comprensión de una mujer brillante y compleja, su ascenso y muerte repentina.

Janis es una de las cantantes más veneradas de todos los tiempos. Emocionó a millones de oyentes con su voz poderosa y emotiva, y abrió nuevos caminos creativos antes de su muerte, en 1971, a la edad de 27.

Se cuentan los excesos de una vida apasionada que contribuyeron a forjar su leyenda.

Se incluyen algunas de sus actuaciones más representativas, que significaron la revolución musical y cultural de la década de 1960. Sin embargo, su bravuconería y desinhibida personalidad sexual en el escenario ocultaron el daño y la inseguridad derivada de su infancia en la conservadora Texas.

Curiosidades

En 2004, la revista Rolling Stone la colocó en el lugar 46 de los 100 mejores artistas más grandes de todos los tiempos.

En el primer año de estudios, Janis se unió a los beatniks, por lo que se convirtió en una marginada por sus compañeros de clase. Durante esta etapa fue una persona muy impopular y se le acusaba de ser amiga de afroamericanos y, por ende, de rechazar el racismo.

Actuó con su grupo en el Festival de Monterey de 1967 junto con algunos grandes artistas del momento, como Jimi Hendrix, The Mamas and The Papas, Jefferson Airplane, Otis Redding y The Who. La primera actuación de los Big Brother Company no fue filmada y les pidieron que tocaran al día siguiente, así que interpretaron Combination of the Two. Janis dejó a la audiencia boquiabierta con una versión del emblemático blues de Big Mama Thornton.

A pesar de contar con fama y dinero, Joplin siempre se sintió sola, situación que la orilló al consumo desmesurado de drogas. Hago el amor con 25 mil personas en el escenario y luego vuelvo a casa sola, solía decir.

Horas antes de su muerte, Janis fue informada de que su prometido, Seth Morgan, estaba en su casa y que estaba jugando en su mesa de billar con varias mujeres. Esto pudo haber influido en los hechos del trágico día.

Hay cierta tendencia generalizada a definir a Janis como bisexual, a lo que se sumó su desenfrenado estilo de vida. Aunque al parecer tuvo más parejas femeninas que masculinas, Joplin nunca se describió a sí misma como lesbiana o bisexual, sino simplemente sexual.

Cat Power, cantante de rock de origen sureño, narra en primera persona cómo Janis Joplin llegó a convertirse en estrella apoyada en cartas que Joplin escribió durante años a sus familiares, amigos y colaboradores.

Algunas críticas

No reinventa la rueda de los documentales roqueros, pero cuenta la historia de la legendaria cantante con vitalidad y corazón: David Rooney, The Hollywood Reporter.

La película de Berg no es una innovación de estilo en sí misma, pero es la satisfactoria panorámica que la corta y ferozmente brillante carrera de Joplin merecía desde hace tiempo: Guy Lodge, Variety.

Para los fans como yo es un sentido y fascinante homenaje: Farran Smith Nehme, New York Post.

Es el enfoque en el arte y la artista, y no en su fallecimiento, lo que hace del documental de Amy Berg sobre Janis algo tan electrizante: Alonso Duralde, The Wrap.

La película sostiene una doble visión tanto de la niña como de la mamá cantante de folk-blues con una vida dura en la que se convirtió Joplin: Stephen Holden, The New York Times.