En línea con lo esperado por el consenso de los analistas, el producto interno bruto (PIB) de México se desaceleró en el segundo trimestre del año frente al mismo periodo de 2015, al haber registrado un crecimiento de 2.4 por ciento, una variación por debajo del 2.6 observado en el trimestre anterior, de acuerdo con cifras preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En su reporte sobre la estimación oportuna del PIB durante el periodo abril-junio, difundido este viernes, el instituto indicó que las actividades primarias, en las que se incluyen agricultura, explotación forestal, ganadería, minería y pesca, tuvieron un avance anual de 4.2 por ciento.

Las actividades secundarias (construcción e industria manufacturera) avanzaron apenas 0.8 por ciento frente al segundo trimestre de 2015 y las terciarias (comercio, servicios y transporte) avanzaron 3.2 por ciento en el lapso de referencia.

En su comparación frente al primer trimestre del año, el PIB disminuyó 0.3 por ciento con cifras ajustadas por estacionalidad, el primer retroceso en los últimos tres años, de acuerdo con la agencia Bloomberg.

Por componentes, las actividades primarias disminuyeron 0.1 por ciento y las secundarias cayeron 1.7, mientras las terciarias permanecieron sin variación, en relación con el trimestre previo.

Analistas de Banorte-Ixe destacaron que el crecimiento de la economía mexicana se vio beneficiado por el efecto estacional de Semana Santa, lo que agregó días laborales al mes de abril, pero, descontando ese efecto, la economía mexicana creció sólo 1.4 por ciento en el segundo trimestre de 2016.

Consideraron que el menor dinamismo de la economía mexicana durante el segundo trimestre del año estuvo explicado por el crecimiento marginal que presentó la producción industrial mexicana (uno por ciento anual) dada la desaceleración de la producción manufacturera, aunado a la recesión que atraviesa el sector minero y al moderado desempeño de la construcción, propiciado por el avance de la inversión privada y la caída de la inversión pública.

Agregaron que el crecimiento en el sector servicios estuvo motivado por el avance de la demanda ante el fuerte incremento de las remesas (10.7 por ciento anual durante abril y mayo), la recuperación del crédito privado bancario (10.7 por ciento anual en términos reales durante el mismo periodo) y el mayor dinamismo del mercado laboral (crecimiento de 3.7 por ciento anual en la creación formal de empleos).

Esperamos un mayor ritmo de crecimiento de la economía mexicana en el tercer trimestre, aunque probablemente será menor a 2 por ciento, adelantaron.

El titular de la unidad de planeación económica de la hacienda pública, Luis Madrazo, dijo que la pérdida de dinamismo de la producción manufacturera en Estados Unidos se ha reflejado en el desempeño de las exportaciones no petroleras de México.

Durante el periodo abril-junio de 2016, las exportaciones no petroleras en dólares nominales tuvieron una disminución anual de 2.7 por ciento (aunque al excluir el factor estacional, las exportaciones totales crecieron a una tasa trimestral de 1.0 por ciento), mientras la producción de petróleo en México registró una disminución de 2.2 por ciento con respecto al segundo trimestre de 2015.

Para el cálculo de esta cifra preliminar, el Inegi toma los reportes económicos publicados para los dos primeros meses del trimestre y los disponibles para el tercer mes.

La estimación oportuna del PIB alcanza a cubrir 80 por ciento de información directa disponible y estima mediante modelos econométricos el 20 por ciento restante. La cifra definitiva del PIB será dada a conocer el próximo 22 de agosto.