En reconocimiento a su fructífera trayectoria de más de seis décadas en la investigación y registro del arte novohispano y arte popular mexicano, la noche del miércoles se rindió homenaje a la historiadora del arte Virginia Armella de Aspe en el Castillo de Chapultepec.

Durante ese acto, en el que participaron María Teresa Franco, directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); el historiador, lingüista y experto en filosofía náhuatl Miguel León-Portilla; Walter Boelsterly, director del Museo de Arte Popular, la investigadora Pilar Arévalo Pérez y el sacerdote Francisco Morales Valerio, director del Centro de Estudios Franciscanos en Humanidades, de la Universidad de las Américas Puebla, se destacó la incansable y tenaz labor de Armella, así como la inteligencia de sus investigaciones y su enorme sentido del humor.

Batalla contra la ignorancia

Durante más de 60 años, Virginia Armella ha descubierto, registrado y salvaguardado infinidad de obras del virreinato, como óleos, platos decorados, telas, pergaminos, muebles, cajas, esmaltes, vestidos, altares suntuosos o modestos, marfiles y sedas, entre otras piezas raras o exquisitas.

Armella decidió mirar y explicar las creaciones del arte novohispano en todas sus manifestaciones. Regresó al presente una parte de nosotros mismos que por generaciones se había escondido casi con vergüenza: la historia del arte de la Nueva España, apuntó Franco. Ha registrado cientos de obras, documentos y genealogías familiares o de artistas de esa época, aunque su principal batalla ha sido contra la ignorancia, explicó.

León-Portilla destacó que sobre el arte, la época prehispánica y el mundo indígena tenemos muchas cosas aún vivientes, “un riquísimo legado prehispánico, pero la otra parte de nuestra historia, el legado novohispano, que algunos consideran es lo mismo que España, no lo es. Ese legado se incorpora a la realidad de este suelo, con su cultura milenaria. Virginia se ha dedicado a mostrarnos ese gran legado. Su labor se inscribe en las contribuciones que hicieron don Manuel Toussaint y Justino Fernández, entre otros. Sus investigaciones son fundamentales.

“Con sus trabajos –abundó León-Portilla–, Virginia ha cubierto aspectos que otros no hicieron. Es cierto que le interesa mucho la pintura novohispana; fue directora de la Pinacoteca Virreinal y del Museo del Carmen, pero también le interesa lo que se considera artes menores, desde bordados, la juguetería y la ebanistería novohispana, por ejemplo.”

Con esa labor ha enriquecido el conocimiento de la cultura novohispana que en el fondo es México.

En la actualidad la maestra Armella elabora un catálogo de bienes muebles de la Ciudad de México, de los siglos XVI al XIX.