Rechazan la opinión del encargado por la Cibiogem de consultar a los mayas
Miércoles 20 de julio de 2016, p. 37
La sociedad es la que debe decidir si acepta la siembra de soya o maíz transgénico, con base en la información científica que se le proporcione; quienes ofrezcan estos datos no deben utilizar el estatus científico
para negar o descalificar a priori las opiniones de quienes carecen de formación académica, señalaron integrantes de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) a Yuri Peña Ramírez, integrante de dicha institución y responsable por la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) de la consulta a las comunidades mayas en torno a la siembra de semillas modificadas.
En una carta dirigida a la comunidad científica nacional e internacional y a la sociedad, investigadores, profesores, estudiantes y trabajadores de Ecosur apuntaron: El papel de los académicos es permitir que los argumentos más complejos sean honestamente traducidos para que cualquier ciudadano pueda hacerse de su propia opinión
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La postura se generó tras conocerse que Yuri Peña convocó a los indígenas mayas de la comunidad de Iturbide, en Campeche, a liberarse del miedo
contra los transgénicos y aceptarlos.
Reconocemos el derecho del doctor Peña Ramírez (investigador de Ecosur en la unidad Campeche) a ejercer su libertad de expresión y de cátedra, pero no compartimos sus opiniones sobre los transgénicos. Pensamos que existe suficiente evidencia científica en cuanto a los riesgos potenciales que la siembra de transgénicos representa para la sociedad, y en específico para la seguridad alimentaria, la economía y la naturaleza
, asentaron.
Destacaron que en México debe prevalecer el principio de precaución y no permitir el cultivo de organismos modificados. El tema es de importancia nacional y objeto de controversia en los ámbitos público, jurídico y de la investigación
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Agregaron que todos los enfoques son necesarios e indispensables para gestar una sociedad democrática, no sólo una sociedad de expertos que represente a un sector privilegiado
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Rechazaron que la siembra de soya transgénica, como asevera Peña Ramírez, contribuya a reducir la pobreza en las comunidades indígenas mayas y garantice que la miel que exportan mantenga su nicho de mercado en Europa. Sus declaraciones afectan el ejercicio de la investigación y de la formación académica de estudiantes e investigadores, y de quienes realizan un trabajo académico vinculado a las luchas que el pueblo maya lleva a cabo en los ámbitos jurídico, político, económico e ideológico en defensa de su territorio
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Puntualizaron que el prestigio institucional “no es únicamente el que se genera por un rating de publicaciones o vínculos empresariales. La reputación de (Ecosur) también se origina y construye con los sujetos sociales con quienes trabajamos, nos brindan su confianza y nos comparten el calor de sus moradas y territorios”, acotaron.